sábado, 27 de octubre de 2018

Hechos 1:2

Hechos 1:2 y hasta el día en que subió al cielo. Antes de irse, por medio del Espíritu Santo dio instrucciones a los apóstoles que había escogido respecto a lo que debían hacer. El libro de Los Hechos nos enseña una continuación del ministerio de Jesús usando la vida de los primeros discípulos. La misión de Jesús continuaba por medio de la iglesia su cuerpo, ¡nosotros somos los seleccionados para llevar a cabo la obra de Jesús aquí en la tierra! Por medio del Espíritu Santo, el cumplimiento de la promesa que nos dio el Señor en Juan 14:16–17, “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”
Nosotros debemos dejar que el Espíritu Santo nos capacite, y derrame de su unción si vamos a llevar a cabo la misión de la iglesia con efectividad hoy día. Recordemos que fue el Espíritu Santo que ungió a Jesús para el ministerio como nos dice Lucas 4:18., “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos.” El Espíritu Santo estaba activo en todo lo que Jesús hacía y llevaba a cabo en su misión.
Vemos el importante papel que llevaba a cabo el Espíritu Santo en la vida de Jesús, incluyendo en su concepción (Lucas 1:15, 35, 67), cuando fue dedicado y presentado en el templo (Lucas 2:25–27) y al realizar todas las actividades de su ministerio público (Lucas 4:1, 14, 18; 10:21; 11:13). El Espíritu Santo reposaba sobre el ministerio de Jesús, “Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38). Como resultado de esto, ¡había poder, efectividad y éxito en todo lo que hacían!
Oremos en este dia que nosotros podamos ser los instrumentos que el Espíritu Santo consagre y utilice para llevar a cabo el ministerio que Dios nos ha encomendado. Solo por medio de la obra del Espíritu Santo en nosotros podremos realizar todos los planes que Él tiene para nuestras vidas. Que logremos alinear nuestras vidas y ministerios a su divina voluntad. Que Isaías 11:2 se cumpla en nosotros, “Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová” Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

viernes, 26 de octubre de 2018

VICTORIA EN CRISTO JESÚS


VICTORIA EN CRISTO JESÚS.                                                                                                                                        Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”  Juan 16:33. 
Amados, Estamos en una batalla campal, el Señor nos ha dado el poder de su gloria y si estamos en santidad e integridad vamos a avanzar.
Hoy en día hay millones de personas cambiadas, libertadas y transformadas por el poder de Dios. El hombre que sirve a Dios necesita estar revestido del poder y de la gloria de Dios para vencer en todas las circunstancias de la vida, obteniendo la victoria.
Se requiere de hombres y mujeres que tengan fe, que crean a Dios y a su preciosa Palabra y actúen en el nombre del Señor. Él dijo no se ocupen de lo que van a decir, porque en esa hora el Espíritu Santo pondrá la palabra necesaria. No son los doctorados, ni la elocuencia, ni los hermosos sermones bien formados y preparados de antemano, sino el poder y la gloria de Dios manifestados.
Todo el que quiere ser grande e importante pierde estima ante los ojos de Dios, porque Él está buscando gente sencilla. Por eso apóyate en Jehová y no te apoyes en tu propia prudencia, confía en Jehová espera en Él y Él hará.
Cristo dijo: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido  al mundo” (Juan 16:33). Estamos en una batalla campal, el Señor nos ha dado el poder de su gloria y si estamos en santidad e integridad vamos a avanzar. Seremos cabeza y no cola, estaremos arriba y no debajo, promesa de Dios para nosotros. Pondremos en fuga al diablo y a los demonios, porque con nosotros está el Todopoderoso, el que dijo: “Todo poder me es dado en el cielo y en la tierra.” (Mateo 28:18).
Reconozcamos al Señor como el Todopoderoso. No descuidemos el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas. Si estamos siendo atacados por demonios de concupiscencia, pelee la batalla en el nombre de Jesucristo, humíllense
y confiese a Dios la situación, pidiendo la unción y su poder para lograr vencer.
Para alcanzar la victoria hay que apartarse del mal y del pecado; pida perdón y sea fiel, ore, ayune, y Él os hará libres. Porque hay poder en el nombre que es sobre todo nombre, en el nombre de Jesús, para vivir a plenitud, bajo el poder del Espíritu Santo y de Su gloria. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

miércoles, 24 de octubre de 2018

¿Crees que tu oración será contestada?


¿Crees que tu oración será contestada?
Juan 16:23-27
“En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.  Entonces, ¿podemos estar seguros de que Dios contestará todas las oraciones que elevemos a él en el nombre de Jesús? En primer lugar, debemos tener en cuenta que nuestro Padre celestial no va a darnos algo que pueda traer desgracia a nuestras vidas, de la misma manera que un padre terrenal que ama a su niño no le va a dar un filoso cuchillo o cualquier otra arma peligrosa, aunque el pequeño la pidiere. En esencia, cuando pedimos algo en el nombre de Jesús, estamos diciendo que nosotros creemos que el propio Jesús pediría lo mismo si se encontrara en nuestra situación.
Una vez entendemos todo esto, y lo creemos de corazón podemos esperar confiadamente la respuesta de Dios a nuestras oraciones conforme a sus planes para nuestras vidas, los cuales son “planes de bienestar” (Jeremías 29:11), de acuerdo a su voluntad que es “agradable y perfecta” (Romanos 12:2), y en el tiempo que él estime conveniente. David escribió en el Salmo 37:7: “Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.” Cuando seguimos las instrucciones del Señor y esperamos en él confiadamente, recibiremos mucho más de lo que esperamos porque él “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos”, dice Efesios 3:20.
ORACIÓN
Amante Padre celestial, gracias por Jesucristo, por la salvación que nos has dado a través de él y por la seguridad que tenemos de que podemos acercarnos a ti en cualquier momento con nuestras necesidades, sabiendo que tú las suplirás conforme a tu perfecta voluntad. Por favor, ayúdame a permanecer en tu palabra y a obedecerla como lo hizo Jesús. En su santo nombre y con la ayuda del Espíritu Santo te lo pido, Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

El gozo del cristiano es Eterno


El gozo del cristiano es Eterno.                La tristeza en este mundo del creyente sólo dura unos momentos. Los discípulos se alegrarán cuando vuelvan a ver al Señor. Su resurrección fue vida de entre los muertos no sólo para Él mismo, sino también para los discípulos, pues el duelo y el lamento por la muerte de Cristo Jesús se trocó en gozo indescriptible (v. 1a. P. 1:18) e indestructible: «como entristecidos, más siempre gozosos» (2 Co. 6:10). (3)
            Debemos buscar mantener una plena comunión con el Espíritu Santo de Dios a quien Dios Padre nos lo ha enviado para nuestra fortaleza y consuelo. Su presencia en nuestros corazones solo puede ser deteriorada por el pecado en nuestra vida que no ha sido confesado ni tratado en la presencia de nuestro Dios. Su santa presencia es la que nos ayuda en nuestra debilidad para no tan solamente llenarnos de sus frutos como este gozo inefable sino para evitar una vida de pecado. Donde esta El Espíritu de Dios allí ay libertad y vida eterna. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

lunes, 22 de octubre de 2018

Cómo ser Verdaderamente Felices


Cómo ser Verdaderamente Felices.
1. Debemos conocer lo que tenemos que vivir. Juan 16: 1-2 “Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.” muchas personas prefieren ignorar que las cosas son difíciles y no se preparan para ellos.
Conocer lo que nos va a pasar nos permite estar preparados y de esta forma evitamos que los problemas nos cojan por sorpresa.  V 4 “Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.”
2. Creer Que los Problemas son Normales. Lucas 17: 1 “Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!” que vengan problemas es normal lo que no es normal que nosotros mismos nos provoquemos problemas o se los provoquemos a los demás.
3. Haciendo de los Problemas oportunidades para Corregir y avanzar. 2 Corintios 4: 8-9 “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;”
4. Creyendo que no somos los únicos que tenemos Problemas. 1 Pedro 5: 9 “al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.” Esto no debe servirnos para convertirnos en personas resignadas. Esto debe servirnos para no hacernos  las víctimas.
5. Vive cada día a la vez y no te preocupes por el mañana. Mateo 6: 34 “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” esto no quiere decir que no debemos planificar Nuestras Actividades. Jesús nos dice que debemos planificar lo que queremos hacer. Lucas 14: 28-29 “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,”
6. Ama lo que haces. La única forma de disfrutar la vida es cuando realizamos actividades que amamos. Colosenses 3: 23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;”
7. Rodéate de personas positivas y felices. La felicidad y la infelicidad es algo que se contagia. Tú decides como quieres vivir. 1 Corintios 15: 33 “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.”
8. Cambia tu manera de Pensar. De la forma como pienses será tu actitud y tu actitud determina si eres feliz o infeliz. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
La verdadera felicidad no es la carencia de problemas. La verdadera felicidad consiste en aprender a controlar los problemas y darles un uso que te permitan avanzar y no retroceder, no son los demás los que te hacen feliz eres tu quien decide ser feliz. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

domingo, 21 de octubre de 2018

El Consolador.


  El Consolador.  Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Después de que nos ha atraído a Cristo, el Espíritu Santo nos ayuda a darle a Cristo la preeminencia.
En el mundo espiritual es importante que nuestra atención se mantenga enfocada en la dirección correcta, hacia el objeto de nuestra fe: el Señor Jesucristo. El Espíritu Santo, a través del escritor de la Epístola a los hebreos, nos ayuda a entender de lo que se trata el enfoque: “…corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Heb 12:1-2)
Juan 15:26 es una de las dos referencias en el Evangelio de Juan en donde el Espíritu Santo da testimonio de Cristo (ver también Juan 16:14-15) “Este testimonio no es el fin en sí mismo. Detrás de ello está el propósito de que todos crean a través de Él”.
Siempre ha sido el deseo del Espíritu que la gente reconozca la autoridad de Cristo y se someta a Su voluntad (Filip 2:9-13) Así que Pablo nos recuerda que “nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo” (1 Cor 12:3)
El poder y la sabiduría del Espíritu son cruciales para que cualquier individuo pueda ser transformado de la condenación espiritual a la vida espiritual. Después de ello, sólo es necesario que descansemos en el Espíritu Santo para que nos mantenga enfocados en Jesucristo y en nuestras responsabilidades de obediencia y servicio a Él.
Qué tonto sería para cualquiera de nosotros que profesa ser cristiano el seguirle a Él mirando a nuestras propias fuerzas en lugar de Su gloria. Se nos olvida que el Espíritu nos ha dado una visión clara de la libertad que viene por seguir a Jesús como Señor: “Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” (2 Cor 3:16-17).  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

¿Eres tú amigo de Jesús?


¿Eres tú amigo de Jesús?
Juan 15:14-15
"Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer."
Ser siervos de Dios es un enorme privilegio, pues de esta manera hacemos lo que hizo Jesús, "el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres." (Filipenses 2:6-7). Si hoy tenemos la seguridad de que las puertas del cielo se han abierto para la humanidad por toda la eternidad, es porque Jesús dejó su gloria, se hizo siervo y fue obediente hasta la muerte en la cruz del Calvario (Filipenses 2:8). Cuando aceptamos este sacrificio, y creemos de todo corazón que Dios le levantó de los muertos, y lo confesamos con nuestra boca, dice la Biblia que somos salvos. (Romanos (10:9).
Así de extraordinaria fue la acción de Jesús de dejar su gloria para convertirse en siervo. Sin embargo, en el pasaje de hoy Jesús les dice a sus discípulos que ya no los llamará más “siervos”, sino que los ha llamado "amigos." La razón es que "el siervo no sabe lo que hace su señor", es decir debe limitarse a obedecer las órdenes, pero no tiene una relación con su amo, no habla con él, no comparte con él, no conoce sus intimidades. Por el contrario, el amigo está en un nivel diferente, comparte con él, conoce sus cosas íntimas, existe una relación de mutua confianza. Así les dijo el Señor: "Os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer."
Ciertamente Jesús quiere ser tu amigo, quiere compartir contigo, quiere enseñarte todo lo que oyó de su Padre. La pregunta es: ¿Quieres tú ser amigo de Jesús?  Evalúa tu amistad con el Señor haciéndote estas preguntas: ¿Hablo con Jesús por medio de la oración durante el día? ¿Saco tiempo para leer y meditar en su palabra? ¿Disfruto la comunión con él? ¿Me preocupa lo que él pueda pensar de mis actividades? ¿Lo presento a mis compañeros de trabajo y a mis vecinos? ¿Se dan cuenta los demás de que tengo una estrecha relación con Jesús?  Si deseas cultivar una linda amistad con Jesús, hazte el firme propósito de conocerle más íntimamente, leyendo y meditando en su Palabra y conversando con él por medio de la oración cada día de tu vida. Entonces sé obediente y aplica a tu vida sus enseñanzas. De esta manera se cumplirá la declaración del Señor en el pasaje de hoy: "Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.”
ORACIÓN:
Padre Amado, te doy gracias porque siempre me brindas tu ayuda, siempre estás conmigo, nunca me sueltas. Te pido que pueda disfrutar de tu amistad, y pueda cada día conocerte más, eres mi refugio. Gracias porque nunca te cansas de amarme. En el nombre de Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

viernes, 19 de octubre de 2018

Hoy y siempre Permaneceré En El Señor


Hoy y siempre Permaneceré En El Señor      Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor. Juan 15:10.
Permanecer en la obediencia y perseverar en el amor de Jesús son dos cosas que no pueden separarse. Sólo una vida puesta bajo el mando de Cristo puede probar que somos objeto del gozo de nuestro Señor.
Si queremos vivir al calor de su amor, hemos de guardar sus mandamientos. No es posible vivir en el amor de Cristo sin alejarnos del pecado; sin la santidad, lo único que complace al Señor, no podemos agradar a Jesús.
Quien no tiene en alta estima la santidad, nada sabe del amor de Jesús. Este gozo consciente del amor de nuestro Señor es la cosa más delicada. Es más sensible al pecado que el mercurio al frío y al calor.
Cuando poseemos un corazón tierno, y procuramos honrar a nuestro Señor Jesucristo con pensamiento, palabras y obras, recibiremos innumerables señales de su amor.
Si queremos perpetuar esta bienaventuranza, hemos de perpetuar la santidad. El Señor Jesús no esconderá de nosotros el rostro mientras no apartemos el nuestro de Él.
El pecado forma la nube que oculta nuestro Sol. Si nuestra obediencia es vigilante y nuestra consagración total, andaremos en la luz, como Dios está en la luz y permaneceremos tan seguramente en el amor de Jesús como Él persevera en el amor del Padre. Dulce promesa, precedida de un «sí» solemne.
Hoy mi alma anhela permanecer ante el Señor quieta y reposadamente.
¡Haz, Señor, que pronuncie yo este «sí», ¡porque con Él tendré la llave para abrir un tesoro! Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

jueves, 18 de octubre de 2018

Yo soy la vid verdadera

Juan. (15:1-5).

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” Juan. (15:1-5).
¡Qué linda imagen que resume nuestra relación con el Hijo y el Padre! Jesús es la vid y nosotros somos los pámpanos que se extienden a partir de Él; Él es la fuente de toda vida que fluye en nosotros. Supervisando todo este flujo de vida está nuestro Padre celestial, el labrador que busca nuestro crecimiento. ¿Podría haber alguna imagen más serena de nuestra vida en Cristo?
Hay mucho para desenvolver en este pasaje y les puedo asegurar, que todo es bueno. Me viene a la mente la imagen de una pala, el instrumento de un jardinero experto, nuestro Señor misericordioso, compasivo, amoroso. Hay belleza profunda contenida en este mensaje de despedida que Él dio a Su iglesia y la primera clave para entender este pasaje es la frase de Jesús: "Vid verdadera".
Cristo nos está diciendo que Él es más que una mera fuente de vida para con nosotros; Él es LA fuente de vida. Otras "vides" pueden aparentar que prometen vida, pero ninguna contiene la vida verdadera como Él lo hace. Algunos cristianos buscan vida en otras vides, fuentes que destruyen la vida y no son legítimas para ningún cristiano. Otros buscan vida en fuentes que se ven buenas y legítimas: ambición, empuje, éxito y comodidad, pero estas vides en sí mismas no tienen vida. Éstas no pueden producir vida verdadera. Jesús nos quiere injertados firmemente en Él, para que podamos beber profundamente de Su vida abundante todos los días.      Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

martes, 16 de octubre de 2018

Y yo rogaré al Padre


Juan 14. 16.
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17. el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Los no creyentes pueden tener el Espíritu Santo cuando sean redargüidos y crean en Cristo
Los no creyentes pueden recibir el Espíritu Santo cuando sean redargüidos por cuanto no creen en el Hijo, se arrepienten, lo reciben y nacen de nuevo (Juan 3:3-8). Así, son hechos nuevas criaturas (2ª Corintios 5:17). Aún más, es Jesús quien envía al Espíritu Santo (Juan 15:26) y Jesús dice que el Espíritu Santo es el Espíritu de la Verdad:
“Pero cuando venga Aquél, el Espíritu de la Verdad, os guiará en toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará cuanto oirá, y os anunciará las cosas que han de venir” (Juan 16:13).
¿Y quién es “la Verdad”?
“Jesús le dice: Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene al Padre sino por mí. (Juan 14:6).
Si usted quiere recibir el Espíritu Santo, entonces, usted debe creer en la Verdad que es Cristo. Debe mirarlo a Él como el único medio por el cual sus pecados puedan ser perdonados. Pídale a Jesús que le perdone por cuando no ha creído en Él. Crea en Él, crea en todos Sus dichos, y crea en lo que hizo para usted en la cruz. Fue ahí donde Él llevó sus pecados, incluyendo el pecado de no creer en Él:
 “Él mismo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que nosotros, habiendo muerto a los pecados, vivamos para la justicia. Por sus heridas fuisteis sanados” (1ª Pedro 2:24).
Aunque murió por los pecados suyos y los de todos; Él también resucitó de entre los muertos:
“También os recuerdo hermanos el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes. 2 por el cual también, si os aferráis a la palabra que os prediqué, sois salvos, si no creísteis en vano. 3 porque primeramente os entregué lo que también recibí: Que el Mesías murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 que fue sepultado y que fue resucitado al tercer día, conforme a las Escrituras” (1ª Corintios 15:1-4).
Si usted cree en Cristo, debe alejarse del pecado; el Señor Jesús quiere que seamos justos delante de Él.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

lunes, 15 de octubre de 2018

ANTE “PUERTAS CERRADAS” Y “FUENTES SECAS


ANTE “PUERTAS CERRADAS” Y “FUENTES SECAS”
Ahora que transitas en el terreno de la imposibilidad, es necesario que deseches esa tendencia continua de dudar del Poder Soberano de Dios...
¡Tienes evidencias de sobra!
¡Acuérdate de sus intervenciones!
Es ahora, cuando al estar ante “puertas cerradas” y “fuentes secas” que tu fe debe permanecer arraigada en el Dios de lo imposible; no importa el lugar, el tiempo transcurrido o la limitada cantidad de recursos disponibles. Para Dios, eso no cuenta...   
En "esos" momentos de angustia por los que ahora atraviesas, es tiempo que dejes de poner tu mirada en el problema que lo ocasiona; comprende, que desde donde NO hay nada, Dios puede suplir todo cuanto necesites o cambiar circunstancias.   
¡Pon tu mirada en el Dios Creador del universo!
¡Cree que SÍ puede hacerlo!
¡Él es el Todopoderoso!
"Nada hay imposible para Dios"
Lucas 1:37
Dios ha permitido que llegues a esta situación imposible para que aprendas a descansar en su Poder Soberano; levanta tus ojos al cielo, y ora con la firme convicción de que SI te escucha.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”
Filipenses 4:6-7
Espera en Dios, aunque toda posibilidad se haya agotado por completo, aunque miles de obstáculos se te hayan presentado en el camino, aunque todos permanezcan indiferentes a tu urgente situación.
“Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti”
Salmo 39:7.       Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!     Usa tus redes sociales para ese propósito

domingo, 14 de octubre de 2018

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida


Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6.   La verdad está en Jesús. Efesios 4:21. Jesucristo es el verdadero Dios, y la vida eterna. 1 Juan 5:20.    Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
Esta declaración de Jesús no se presta a ningún equívoco. Es clara, corta y contundente. Pero también es profunda e ineludible. En efecto, Jesús no vino a mostrar un posible camino hacia Dios; él mismo es el camino para ir al Padre. Jesucristo no ofrece una posibilidad de salvación entre otras igualmente válidas, sino que se presenta como el único Salvador. ¿Es el Salvador del lector?
Mucha gente busca la verdad, pero como hay tantas religiones y sectas que dicen poseerla, ¿cómo saber quién tiene razón?
La respuesta es sencilla. La salvación no se halla en una «iglesia» y menos en una secta, sino en una persona: Jesucristo. Él es el camino para ir al Padre, porque él mismo vino del Padre. Él es la verdad, porque revela a Dios en su esencia, que es luz y amor. Él es la vida, porque dejó la suya para que nosotros podamos recibir su vida nueva de Hombre resucitado.
Puesto que Jesús es el camino, debemos seguirlo; por ser la verdad, debemos creerla; y puesto que es la vida, debemos recibirla. Emprender este camino exige que uno se aparte de «su propio camino» para volverse hacia Jesús: es la conversión. Entonces, el que cree recibe la vida mediante un nuevo nacimiento espiritual; y esta vida debe ser alimentada por la Palabra de Dios.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.  Usa tus redes sociales para ese propósito

sábado, 13 de octubre de 2018

DIAS DE NOE! ¡DIAS DE LOT!


DIAS DE NOE! ¡DIAS DE LOT!
De acuerdo al panorama profético expuesto por nuestro Señor Jesucristo, estamos viviendo los tiempos previos a su retorno a la tierra; y si él lo dijo así será.
Entre sus anuncios proféticos menciona este:
“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.  Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
Asimismo, como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; más el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste”
Lucas 17:26-30
¡DIAS DE NOE!
¡DIAS DE LOT!
¿Qué tienen en común?
¡La maldad excesiva!
Sin duda alguna que estamos viviendo como en esos días en los que la maldad se había desparramado; de igual manera lo estamos viviendo en la actualidad a lo largo y ancho de toda la tierra.
Ateísmo
Soberbia
Apostasía
Corrupción
Inmoralidad
Degeneración
¡Todo en aumento!
Y es en ese contexto de maldad excesiva en el que hemos nacido los cristianos para que al igual que Noé y Lot advirtamos sobre los juicios venideros sobre los cuatro ángulos de la tierra, para que difundamos sin descanso la Palabra de Dios, para que invitemos al arrepentimiento; a cada uno de nosotros, Dios nos ha dado capacidades, dones y recursos para que lo hagamos sin cesar...    ¡Es nuestra labor prioritaria!
“Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor”
Colosenses 4:17
No debemos ni podemos quedarnos en una actitud pasiva ante la maldad que envuelve al mundo, aunque a cambio recibamos burlas y rechazo.
Pongámonos hoy bajo la disposición de Dios para que nos emplee como potentes antorchas en medio de este mundo que yace en oscuridad.
¡Jesucristo viene pronto!
¡Ya lo dijo!
“No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca...”     “He aquí yo vengo pronto...”     “Ciertamente vengo en breve”
Apocalipsis 22:10,12,20
“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él”
Apocalipsis 1:7
Las señales proféticas son obvias.
¡Más que confirmadas!
¡Todo se cumplirá!
La orden está dada por Dios.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!   Usa tus redes sociales para ese propósito.

viernes, 12 de octubre de 2018

Este es el Cordero de Dios!


Juan 1:35-38.   Al siguiente día estaba otra vez Juan, y con él dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí dijo: “¡
Este es el Cordero de Dios!”. Los dos discípulos lo oyeron hablar y siguieron a Jesús. Volviéndose Jesús y viendo que lo seguían, les dijo: ― ¿Qué buscáis?  Dos de los discípulos de Juan le oyeron apuntar hacia Jesús y siguieron a Jesús. Uno de estos discípulos fue Andrés, el hermano de Pedro. Todo el mundo pregunta: “¿Quién fue el otro?”. No se nos dice, ni se menciona su nombre. Sin embargo, sin duda esta es una clave cierta en cuanto a quién era el otro, porque descubrimos en el evangelio de Juan que Juan nunca menciona su propio nombre. Siempre hace referencia a sí mismo de una manera indirecta, oblicua, como pueda ser: “el discípulo a quien amaba Jesús” (Juan 21:20), o con palabras por el estilo. Puesto que no menciona el nombre del otro discípulo aquí, casi todos los eruditos concuerdan en que este debió de ser Juan mismo. De manera que Juan y Andrés son los dos que escucharon a Jesús decir estas palabras.
 Lo que escucharon debió de dar en el blanco, porque siguieron a Jesús de inmediato. Tal vez esto fuese debido a la curiosidad, pero fuese lo que fuese, debieron de sentirse inmediatamente atraídos por la pregunta que les hizo Jesús. Cuando vio que le estaban siguiendo, se volvió hacia ellos y les dijo: “¿Qué buscáis?”. Estas son las primeras palabras de Jesús en el evangelio de Juan y son realmente asombrosas. Según esto, también fueron las mismas primeras palabras que pronunció Jesús en Su ministerio público, y aparecen en forma de una pregunta.
Yo me he sentido siempre fascinado por las preguntas que le hace Dios al hombre. Estas dos palabras van directamente al centro de la vida. Valiéndose de ellas, Jesús hace la más profunda pregunta que jamás se le ha hecho a nadie: “¿Qué estás buscando?”. ¿Se ha preguntado usted alguna vez a sí mismo: “¿Por qué estoy aquí? ¿Qué es lo que realmente espero de la vida?”. Esa es la pregunta más penetrante que puede usted hacerse.
Todo el que tiene que ir a trabajar sabe lo que es levantarse por la mañana, desayunar, ir al trabajo, trabajar todo el día, volver a casa por la tarde para cenar, leer el periódico, escuchar a la televisión, hablar con la familia, irse a la cama, levantarse por la mañana, desayunar, ir al trabajo, trabajar todo el día, volver a casa por la tarde, cenar, leer el periódico, escuchar la televisión, hablar con la familia, levantarse por la mañana, etc., etc. ¿Se ha preguntado usted alguna vez a sí mismo: “¿Por qué? ¿Qué espero yo de todo esto?”.
Esto es lo que preguntó Jesús al hacer esta pregunta. Acertó de lleno al hablar a estos hombres con la profundidad de Su pregunta: “¿Qué buscáis?”, no “¿A quién buscáis?”. Esta sería la pregunta natural que hacer en estas circunstancias. No, Jesús preguntó: “¿Qué? ¿Qué estás buscando? ¿Qué es lo que realmente quieres?”. ¡Esa es la primordial pregunta en la vida!
Esto nos recuerda la primera pregunta en la Biblia, hecha por Dios a Adán y Eva en el huerto del Edén después de la caída: “Adán, ¿dónde estás?” (Génesis 3:9b). Esta pregunta tenía como propósito hacer que Adán se preguntase a sí mismo: “Sí, ¿dónde estoy? ¿Cómo he llegado aquí? ¿Qué me ha sucedido?”. Adán y Eva estaban escondidos entre los arbustos. Yo no creo que Adán se lo preguntase hasta que Dios le hizo la pregunta: “¿Dónde estás? ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás ahí?”. Esa es la pregunta más importante que contestar cuando se encuentra usted alejado de Dios. Cuando lo contesta, se encuentra usted de regreso al Dios que le creó.
Señor, lo que realmente deseo y lo que verdaderamente necesito más que ninguna otra cosa eres Tú y la vida que solo Tú puedes proveer.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!  Usa tus redes sociales para ese propósito

miércoles, 10 de octubre de 2018

Juan el bautista


Juan el bautista había comenzado una revolución religiosa en Palestina. Después de 400 años de silencio divino y de vivir sin profetas, se veía en Israel un profeta poderoso y con palabra de Dios. Juan era bastante atípico, pero era convincente. Y las multitudes lo seguían. Todos querían escuchar su prédica y se arrepentían de sus pecados.
Por eso se bautizaban, porque reconocían que sus errores los alejaban de Dios y Juan los incitaba a acercarse a la santidad divina. No discriminaba a nadie. No importaba su alcurnia, historia familiar, inclinación religiosa, acumulación de pecados, historial delictivo o indiferencia personal. El bautismo de Juan unificaba a los presentes y los ponía en un mismo plano frente a la mirada divina. Estaban todos en un mismo plano de falencia frente a la perfección de Dios.
Todas las personas se unificaban frente a esta realidad, ninguna vida era suficientemente buena como para poder acceder a la presencia de Dios. Y esta realidad fue aún más asombrosa, cuando Juan relata este hecho inédito.
El Hijo de Dios, Jesucristo, Dios hecho hombre fue a visitar a Juan al Jordán par ser bautizado. ¡¿Era necesario?! Definitivamente no. Cristo era el único ser humano que jamás había pecado. Era el único hombre en la historia de la humanidad completamente puro y perfecto. La completa santidad se acercó al Jordán para bautizarse.
¿Cuál fue la razón por la que Cristo hizo esto? Demostrando su grandeza y generosidad, Dios se identificó con nosotros en el bautismo. Se hizo como nosotros para poder acercarse a nosotros. No le hacía falta, pero lo hizo igual para caracterizarse como un ser humano.
Por su muerte en la Cruz nos dio nueva vida, y renovó nuestro espíritu para ponerlo en sintonía con Dios. Por su perdón nos habilitó la posibilidad de disfrutar de una nueva naturaleza santa. Y nos invita a identificarnos con Él. Ya nos enseñó como hacerlo. Como siempre, Cristo dio el primer paso y nos mostró el camino.
Ahora depende de nosotros, que elijamos cada día imitarlo. Y tratemos de vivir como Él vivió mientras estuvo en la tierra. ¿Difícil? Por supuesto que sí. Pero Dios te considera digno del desafío. No es para cualquiera, solo para escogidos. Y Usted estás dentro del grupo selecto.
REFLEXIÓN – Identifícate con el Señor Jesús.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!  Usa tus redes sociales para ese propósito

martes, 9 de octubre de 2018

Cristo Jesús: El Verbo de Dios hecho Carne


Cristo Jesús: El Verbo de Dios hecho Carne (Juan 1: 10-12.                                           En esta oportunidad veremos cómo el mundo, en su gran mayoría, no recibió al Señor Jesús, ni lo reconoció tampoco como el Hijo Unigénito de Dios.  Veremos también por qué aquella minoría que, si lo acepto, como ellos son reconocidos como hijos de Dios.
Y es que no todos los seres humanos, solo por virtud de su nacimiento, son necesariamente hijos de Dios.  Para ser llamado hijo de Dios, uno tiene que tener primero una experiencia personal, una entrega genuina a Cristo; pues es necesario recibir a Cristo y creer que Jesús es el Señor — el Hijo de Dios — y que para que, creyendo en Él, seamos salvos (y no salvos por obras sino por gracia).
Leamos entonces la palabra de Dios, pero antes inclinemos nuestros rostros para pedir a Dios sabiduría para entender su palabra y para poder aplicarla a nuestras vidas.  Que sea Él el que nos guíe, nos guarde, nos hable en este día.  Y que recibamos su mensaje con humildad, con aceptación, reconociendo realmente que nosotros no somos nadie, y que el Señor Jesús es realmente El todo, el eterno y el gran Yo Soy.”
Lectura I: Juan 1: 10-12: El Verbo fue hecho carne
1:10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.                                        1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!        Usa tus redes sociales para ese propósito

lunes, 8 de octubre de 2018

El evangelista Juan


Juan. 1.6-8. El evangelista Juan nos presenta en este Evangelio el testimonio de Juan el Bautista. Él sabía que no era el Mesías, ni siquiera se reconocía profeta como Elías. Él sólo es la voz que grita, la voz que prepara el camino para el verdadero Mesías. Para nosotros, la figura de Juan debe ser muy importante, al igual que lo fue para los primeros cristianos.
Nosotros, todos los bautizados deberíamos caer en la cuenta que somos los llamados a gritar hoy entre la multitud que Cristo viene. Debemos prepararnos, preparar a todos aquellos que nos rodean para que cuando llegue se encuentre en familia, encuentre el amor y la fidelidad que Él nos da en cada instante de nuestra vida. El problema es que estamos tan acostumbrados, tan acomodados, que todos los años repetimos de forma casi idéntica lo mismo y no somos conscientes de que realmente tenemos que dar un giro a nuestra vida, que en ella realmente se haga presencia el Amor.
Si miramos a nuestro alrededor, paganos y creyentes actuamos y vivimos de la misma forma, en lugar de convivir en paz y armonía, no buscamos que nuestro mundo sea más un lugar de amor, de vivir de forma más equitativa y ecológica, un espacio donde realmente el ser humano viva purificado por esa agua que limpia, que sana, que vivifica, que alimenta el cuerpo y el espíritu. Ese es el verdadero Bautismo, el que nos hace sentirnos hijos de Dios. Es hora de mirar nuestro interior, de ahondar, de buscar, de ver nuestra crisis personal de fe, meditar y salir fortalecidos para poder transformarnos y ser verdaderos testimonios de Amor de entre los hombres como lo fue Juan el Bautista.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!   Usa tus redes sociales para ese propósito

domingo, 7 de octubre de 2018

1 Juan 1:6,7 Caminando en luz




1 Juan 1:6,7 Caminando en luz
Si decimos que estamos en comunión con él mientras caminamos en tinieblas, somos unos mentirosos y no estamos haciendo la verdad. En cambio, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos purifica de todo pecado.
(1 Juan 1:6,7)
El texto presenta una especie de paralelismo entre los elementos "comunión", "tinieblas", y "luz". La estructura de la composición podría ser bosquejada así:
"La comunión con Dios no se demuestra caminando en tinieblas"
"La comunión con el prójimo demuestra caminando en luz"
       
Entonces:
La comunión con Dios y con el prójimo son manifestaciones inseparables del andar en la luz
La idea que resalta la construcción literaria del pasaje es que la comunión con Dios es una experiencia que no puede ser vivida sin la comunión con el prójimo; la restauración del amor es un efecto de la regeneración, por lo tanto, se manifiesta en la experiencia de la reconciliación, en donde, conforme a los designios de Dios los creyentes se convierten en el pueblo de Dios, por lo tanto, esa conexión entre comunión con Dios y con el prójimo es inseparable.
Muchos pretendemos ser cristianos fuera de la comunidad de la fe que es la iglesia, tal pretensión es imposible porque si caminamos en luz lo mismo que él está en luz, estamos en comunión los unos con los otros.  Si pretendemos gozar de alguna iluminación especial pero no somos capaces de aprender a vivir en comunión con nuestro prójimo entonces nos engañamos a nosotros mismos, "somos mentirosos y no estamos diciendo la verdad"
¿Cómo está viviendo la comunión con su prójimo?
Antes de responder esa pregunta debe considerar unas cuantas cosas a la luz del texto de Juan:
La comunión con la iglesia es más que asistencia dominical o cumplimiento de una serie de rituales mecánicos. La comunión es el resultado de la auto negación del cristiano, se manifiesta a través del sometimiento mutuo y el amor sacrificial.
La comunión con el prójimo es más que un saludo cortés, implica la demostración del afecto entrañable en el testimonio verdadero e integral.
Andar en la luz y en comunión es el resultado de la obra salvadora de Cristo, se da en el contexto de la purificación del pecado como resultado del derramamiento de la sangre del Hijo de Dios.  No la producen los libros de autoayuda, porque aquellos tratan de cómo ganar confianza para establecer relaciones públicas con las personas, mientras que la comunión verdadera trata acerca de amor sacrificial por el prójimo.
¿Cómo está viviendo la comunión con su prójimo en la iglesia, en el trabajo, en el ministerio?      Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!     Usa tus redes sociales para ese propósito


JESUCRISTO ES LA LUZ VERDADERA


JESUCRISTO ES LA LUZ VERDADERA “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” (Juan 1:4-5)
Muy seguramente, nos parezca este versículo tan obvio, que ignoremos el mensaje profundo que hay en él. ¿Quién no sabe que la luz disipa la oscuridad? Obvio, ¿verdad?
Lo que NO es tan obvio, es conocer la fuente de esa luz, y cómo este principio se aplica a nuestra vida.
Primero. La fuente de vida es Dios, no nosotros mismos. Muchas veces nos levantamos y no le damos gracias a Dios por el día que nos “regala”, porque nosotros por nosotros mismos no podemos darnos vida. Y como buena fuente de luz, que es Dios, una de sus funciones es la de aclarar todas las cosas, lo que se traduce que Dios es la fuente máxima de sabiduría… y con todo, dudamos del conocimiento de Dios y de sus principios dados por su hijo Jesucristo.
Segundo. Si la oscuridad NO prevalece a la luz, ¿por qué aún existen cristianos, hijos de Dios (canales de la luz de Dios), que no se relacionan efectivamente con las personas del mundo, porque “se contaminan” o los “apagan”? ¿No será más bien porque no están pegados a la fuente de luz que es el amor de Cristo?
Miremos el ejemplo del Maestro Jesús. Yo pregunto: ¿En dónde se la pasaba él? A) ¿Apartado de todo el mundo mirando las plantas y las estrellas para “conectarse con Dios” … o) ¿Más bien estaba en medio del pueblo, rodeado de publicanos y pecadores, siendo respuesta de Amor y Sanidad Integral para sus vidas?
La verdadera vida cristiana se vive en medio del pueblo. Porque solo fruto de buscar en mi intimidad a Dios, puedo ser lleno de su Amor (Luz) para iluminar a una generación que está en oscuridad. Este es el desafío de hoy.
¿Te estás llenando del Amor de Dios en oración, y estás viviendo esto en medio de tu familia, estudios o trabajo?  Hablemos de Cristo que es la luz del mundo para que este mundo puedan venir a Cristo y pasen de las tinieblas a la luz de CRISTO.     
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!     Usa tus redes sociales para ese propósito

sábado, 6 de octubre de 2018

Romanos 8:31-39


Romanos 8:31-39
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.  Nada más nos separa de Cristo si estamos practicando el pecado. Hebreos 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la SANGRE del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!     Usa tus redes sociales para ese propósito

jueves, 4 de octubre de 2018

Una promesa grandiosa para el cristiano.


Una promesa grandiosa para el cristiano.
Seamos honestos: Uno de los versículos más difíciles de creer en toda la Biblia es Romanos 8:28.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”
Aunque ese es un pasaje muy popular que utilizan hasta los inconversos (aunque no sea dirigido a ellos), sé que es uno de los versículos más difíciles de creer en toda la Biblia. Si lo creyésemos como deberíamos, nuestras vidas fuesen diferentes. Confiaríamos más en Dios y tendríamos mayor gozo.
Se trata de una promesa maravillosa con fuerte implicaciones para toda la vida. El siguiente versículo enseña que todas las cosas nos ayudan a bien a los que amamos a Dios, los que hemos sido llamados por Él…
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Romanos 8:29-30)
Y más adelante leemos:
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32)
Esta es una muestra del por qué: Lo que el apóstol Pablo habla aquí, es que todo lo que pasa en nuestras vidas son regalos de Dios para que cada día seamos más como Jesús mientras estamos en este mundo.
Ese es el propósito para el cual Dios nos ha escogido, llamado y justificado por pura gracia y para Su gloria. De hecho, ya Dios nos ve en el futuro, glorificados en el cielo. Si Dios nos ha dado a Su Hijo, ¿Cómo no nos dará con Él todas las cosas para hacernos como Él?           Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!     Usa tus redes sociales para ese propósito

miércoles, 3 de octubre de 2018

Romanos 8:26-27


Romanos 8:26-27
La Buena Parte del día - Romanos 8:26-27Romanos 8:26-27 Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.
Es tan importante la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida que podríamos vivir de una manera más confiada y tranquila si lo reconociéramos como el ayudador, intercesor y conocedor de nuestro corazón y nuestro espíritu.
La debilidad del hombre es algo que hace parte de la humanidad del mismo, aunque somos seres espirituales por la naturaleza de nuestro Padre, mientras vivamos en esta tierra tendremos debilidades (Romanos 6:19). Y esta condición de debilidad es la que Dios utiliza en nuestras vidas para que aprendamos a depender de Él, de su gracia y su poder.
Esta debilidad nos hace consiente de una realidad en la que necesitamos una conexión de nuestro espíritu con el Espíritu Santo de Dios. Por esta razón el apóstol Pablo en la carta a los corintios escribió: "Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2 Corintios 12:10), lo decía por que quien lo fortalecía era el Espíritu Santo.
Es por esta razón que muchas veces en los momentos que más débiles nos encontramos no sabemos cómo escuchar la voz de Dios, no sabemos cómo orar, ni como discernir qué es lo que nos conviene. Nos afanamos muchas veces por ver cumplido aquello que esperamos, por ver solucionado todo lo que nos causa impaciencia, y en medio de cada situación perdemos la dirección hacia la voluntad del Padre. Pero la palabra de Dios nos dice que el Espíritu Santo dado a nosotros por Dios (Rom 5:5), y al cual muchas veces desconocemos, cumple 3 funciones importantes cuando somos débiles y dejamos que El actúe:
1. "NOS AYUDA" (Rom 8:26)
2. "INTERCEDE". (Rom 8:26)
3. "EXAMINA NUESTROS CORAZONES" (Rom 8:27)
Nos Ayuda porque cuando somos débiles, nuestra fe puede menguar, nuestros sentidos traen confusión, nuestra alma se aflige, y todo esto nos impide ver con claridad las cosas en el ámbito espiritual, y focalizamos todo en lo humano y racional, es decir en nuestras emociones. Por lo tanto, no sabremos pedir como conviene (Rom 8:26). De aquí la necesidad de que reconozcamos por qué Jesús nos dejó nuestro ayudador permanente, quien acude a nuestra ayuda para guiarnos y darnos la paz y la tranquilidad necesaria en una espera.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!  Usa tus redes sociales para ese propósito

martes, 2 de octubre de 2018

Romanos 8:16-17


El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria.
Romanos 8:16-17
Cristo murió y al tercer día resucito y ascendió a los cielos y unos pocos días más adelante derramo de Su Espíritu a todos los que creyeron que Él era El Hijo de Dios resucitado y a si va sucediendo a todo aquel que le recibe en su corazón y confiesa con su boca que Jesucristo Es El Señor el Hijo de Dios. ¡Y nos dejó toda la herencia familiar! Eso es el mensaje de este pasaje. Porque tenemos el Espíritu de Dios, somos los hijos de Dios. Si somos los hijos de Dios, entonces somos los herederos de todo lo que Dios tiene para ofrecer. Somos coherederos con Cristo, cuya muerte hizo nuestra adopción en la familia de Dios posible. Así si queremos aguantar unos tiempos difíciles o unas dificultades dolorosas, no vamos a desesperarnos. ¡Sabemos que el tiempo viene cuando vamos a heredar todas las bendiciones del cielo! Porque nuestra ciudadanía está en los cielos.
Oración: Padre, gracias por tu gracia. Que nos ara aguantar el peso de mis pruebas y tentaciones con carácter y fidelidad. De me el coraje para poder aguantar los tiempos difíciles porque sé que eventualmente compartiré el cielo contigo. Gracias por tu Espíritu, que me da la seguridad de que soy tu hijo/a y que compartiré todas tus bendiciones. En el nombre de Jesús oro, Amén.     Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!   Usa tus redes sociales para ese propósito