viernes, 31 de marzo de 2023

Hijos de Dios sin transformación

 

Hijos de Dios sin transformación


“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Romanos 12:2.

Es muy común hoy en día encontrar personas que han realizado una oración de fe recibiendo al Señor Jesús como su Salvador, hecho que como nos declara la Escritura en Juan 1:12 y Romanos 10:9 nos hace hijos de Dios y nos proporciona salvación. Lo cual, quiere decir que cada vez más el evangelio se está extendiendo por toda la tierra, algo que es extraordinariamente bueno, pero infortunadamente también se ve el aumento del número de hijos de Dios sin transformación.

Hijos de Dios que siguen haciendo la voluntad de su carne y de sus pensamientos tal como lo hacían antes de conocer a Dios, así como nos lo dice Efesios 2:3 «entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás».

Así que, en lo que debemos reflexionar sincera y diligentemente el día de hoy, es en la manera en la que estamos llevando nuestra vida. ¿Será que cada decisión que tomamos está influenciada y respaldada por la voz de Dios? O ¿será que en cambio nuestra influencia está viniendo del mundo, las redes sociales, nuestros pensamientos o nuestros deseos?

Hermanos, somos hijos de Dios y por ende debemos vivir como tal, es decir bajo su autoridad, transformando nuestra manera de pensar y de actuar a través de la lectura, meditación y aplicación de la Palabra del Señor.   Oración.

«Padre amado, no quiero ser una persona tibia o falsa, que se enorgullezca de ser llamado tu hijo, pero que con mis acciones lo niegue. Te pido que por el Espíritu Santo que mora en mí me redarguyas y me lleves a corregir todo aquello que está en contra de tu buena, agradable y perfecta voluntad. Por Jesucristo mi Señor, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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AVANZAD HACIA LA VICTORIA

 


AVANZAD HACIA LA VICTORIA

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando”, Salmo 23:4-5

La Biblia dice: “Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano” (1 Samuel 17:50). Un joven pastor armado sólo con su vara, su honda y su fe en Dios derribó a un temible gigante. Ahora, Jesús es tu Pastor y hará lo mismo en tu vida si tú se lo permites, Él dijo: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11). Jesús promete guiarte y protegerte, aderezar mesa en presencia de tus enemigos. Por tanto, si las amenazas, las incertidumbres y las luchas se van agolpando alrededor de ti, tu Pastor extiende un banquete de provisiones en medio de la batalla, pues nada te faltará mientras te abres paso hacia la libertad.

Qué grande es la confianza que David tenía en el Señor que, a pesar de haber pasado por cantidad de adversidades, pudo afirmar con seguridad: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4). David sabía que Dios lo tenía todo bajo su control. Durante los tiempos más tenebrosos, supo reconocer que Dios estaba a su lado, caminando con él a través del valle. Tú puedes tener esa misma confianza, Él siempre está contigo, tiene especial cuidado de ti y sabe lo que es mejor para ti.

La declaración: “Tu vara y tu cayado me infunden aliento” es de gran seguridad, son dos cosas que representan la disciplina y dirección del Señor, es decir, hay corrección si no se hace la voluntad de Dios, y hay guía si obedecemos las instrucciones basadas en su Palabra. Por tanto, toma un asiento ante la extraordinaria mesa de Dios y siéntate, disfruta de la presencia de tu Padre celestial. Acude a Él cada vez que te sientas agotado y cargado, porque ha prometido que te hará descansar. Avanza hacia la victoria que Él tiene para ti y observa cómo caen uno tras otro los gigantes que hay en tu vida.  Oración.

"Jehová de los ejércitos, gracias por guiarme por el valle oscuro y tenebroso, y sacarme a lugares de delicados pastos, gracias por protegerme de las asechanzas del enemigo y darme la victoria, gracias por tu presencia en cada instante de mi vida. Te amo Señor. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 30 de marzo de 2023

¿Conoces a Dios?

 

¿Conoces a Dios?

“Y en esto sabemos que nosotros le conoce


mos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;” 1 Juan 2:3-4

“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” Juan 15:10

Repetidamente, pensamos y nos cuestionamos el tener que obedecer en todo a Dios, pues nos parece difícil, aburrido y hasta imposible. Pero si esto pasa es porque en esencia no conocemos a Dios. Dios es amor y el que guarda sus mandamientos permanece en su amor (1 Juan 4:8).

También es muy común encontrar personas que dicen conocer, respetar o creer en Dios, pero claramente sus vidas evidencian todo lo contrario, pues en lo que se resumen los mandamientos de Dios, amarlo a Él y amar al prójimo, no es parte importante en sus vidas.

Conocer a Dios implica obedecer su voz, pues es en medio de la práctica donde verdaderamente experimentamos una relación sincera, real y profunda con Él, de tal manera que vivida la Palabra de Dios en cualquier aspecto de nuestra vida, podamos de manera certera manifestar que hemos conocido a Dios y que permanecemos en su amor.

Es vital que recordemos que Dios ha derramado su amor por medio de su Espíritu que mora en nosotros, y que es a través de Él que podemos obedecer, así que, conocer a Dios verdaderamente y permanecer en su amor, es posible cuando vivimos direccionados por el Espíritu Santo. (Romanos 5:5, 8:13)   Oración.

«Padre, ¡qué privilegio y qué gracia tan incomparable la que has tenido al sellarme con tu Espíritu! No merezco tanto amor, sé que es tu don. Permíteme, Señor, conocerte y permanecer en ese eterno amor al obedecer tu voz, por Jesucristo, mi Señor, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 28 de marzo de 2023

Adorar a Dios

 

Adorar a Dios


“Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. […] Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Juan 4:21,23-24

Preguntémonos cuántas veces ha surgido de nuestro corazón la buena intención de adorar a Dios.; seguramente han sido muchas, pues motivos también tenemos muchos, pero ahora preguntémonos cuántas veces hemos buscado conocer y hacer la adoración que Dios anhela. Si bien, lo primero es importante, lo segundo mucho más, porque de nada sirve que busquemos agradar a Dios si primero no conocemos lo que es de su agrado.

Al observar el encuentro de la mujer samaritana con Jesús, podemos darnos cuenta de que ella le pregunta por el lugar correcto para adorar a Dios, pues los samaritanos lo adoraban en un monte, mientras que los judíos lo hacían en Jerusalén; y es entonces cuando nos encontramos con la insólita respuesta del Señor, pues le dice que es en espíritu y en verdad como Dios quiere que le adoren.

Por lo cual, podemos aseverar que el lugar donde se adora no es más importante que la persona que lo adora, porque el Señor no busca que nos esforcemos por llegar a determinado sitio o que seamos diligentes en embellecerlo, Él lo que realmente quiere es que la persona que lo adore lo haga de corazón y siendo sincero. Que nuestra adoración no sea de labios para afuera ni para que nos vean; que cuando nos dispongamos para alabar y adorar a Dios sea de manera transparente, producto de una relación Padre e hijo(a) por medio de Jesucristo y su Santo Espíritu que en nosotros habita.   Oración.

«Padre Dios, anhelo conocerte cada día más y adorarte en espíritu y en verdad. Oro para que tu voz y tu verdad sean la dirección de toda mi acción; bendice mi vida con el privilegio de adorarte desde lo más profundo y sincero de mi corazón, por Jesucristo mi Señor, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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Amor sincero

 


Amor sincero

“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.” Romanos 12:9

¿Cuándo fue la última vez que miraste fijamente a los ojos a tu cónyuge, hijo, padre, madre o algún ser querido y le dijiste de manera sincera, honesta y desinteresada cuánto lo amas?

Es cierto que estas palabras deben ser coherentes con nuestras acciones, y para esto primero debemos tener un corazón lleno de amor. Sin duda, sólo un corazón lleno del amor de Dios puede ser transformado para demostrar amor y expresarlo con sinceridad.

¿Y qué sucede si no hemos podido mirar fijamente a alguien y expresarle amor? Tenemos que ir a la fuente de amor y recibir por fe, en Jesús, el Espíritu de amor que nos dotará y capacitará para amar verdaderamente.

¿Y por qué tenemos que expresar y demostrar el amor?, porque el amor significa la sanidad para las almas rotas; es el medio para curar la soledad, derrotar el desánimo, desvanecer la tristeza y transformar la depresión en gozo.

Todos necesitamos amar y ser amados, pero con el verdadero amor que Cristo nos mostró en la cruz y que ahora está a disposición de todo el que cree, no solo para salvación y vida eterna, sino también para llevar la vida abundante de Cristo a todo el que lo necesite y para que aquellos que no tienen un propósito de vida lo encuentren y lo experimenten: amar a Dios y amar al prójimo, tal como Jesús nos amó y se entregó por nosotros (Juan 13:34, Efesios 5:2).   Oración.

«Padre, que el amor que me has entregado por medio de Cristo, lo pueda demostrar y expresar a todos; que por medio de tu Espíritu pueda vivir una vida coherente entre lo que creo y lo que hago, para glorificar tu nombre, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 26 de marzo de 2023

Recordemos la palabra de su gracia

 


Recordemos la palabra de su gracia

“Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.”, Lucas 15:16-18

El hijo pródigo pide la herencia a su padre y se va en busca de nuevas experiencias, viviendo solo para satisfacer su propio yo. Luego de malgastar su herencia, se acaba el dinero y tiene que trabajar para tener algo de alimento.

Lo más triste de todo es que empieza a desear lo que comían los cerdos, y esto nos puede suceder también a nosotros cuando nos alejamos de Dios, de nuestro Padre celestial.

Muchas veces no es algo que ocurre de la noche a la mañana, sino que lentamente empezamos a desear aquello con lo que se alimenta el mundo, no precisamente alimento físico, sino que nos atrae su manera de vivir independiente de Dios, queriendo satisfacer los deseos individuales: “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida”, (1 Juan 2:16b); aquello pasajero y lisonjero que es como espuma en nuestras manos, pero que al final nos deja un vacío que inició cuando dejamos de orar, de congregarnos, de buscar conocer cada día más su Palabra y terminamos en un estado lamentable, engañados y llenos de culpa.

Pero precisamente en este instante y en cualquiera en el que nos encontremos, podemos recordar lo que somos gracias a Cristo: “Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados” (Hechos 20:32). Como el hijo pródigo, cuando recordó lo que tenía en la casa de su Padre, no nos olvidemos que por la fe en la obra de Cristo tenemos una herencia, una identidad, un propósito; recordemos, por tanto, la palabra de su gracia, levantémonos de cualquier estado de desánimo, no nos dejemos engañar y no dejemos de avanzar conociendo y experimentando el gran amor que fue derramado en nuestros corazones.  Oración.

«Si alguna vez me alejé de ti, perdóname, Señor, hoy recuerdo que Tú eres mi Padre por medio de Cristo Jesús, y nada ni nadie cambiará este hecho; lléname de tu Espíritu para vivir en amor y lejos del pecado, en el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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El amor del Espíritu

 

El amor del Espíritu


“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” Romanos 8:14.

“y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” Romanos 5:5.

emo vistos en los anteriores devocionales el amor del Padre como un amor protector, proveedor y amoroso, con la impactante revelación de que este amor es amoroso porque como Padre bueno nos disciplina con amor, para nuestro bien. Hemos también aprendido que el amor del Hijo es un amor sacrificial, fiel, entregado, pero sobre todo es un amor en acción que es descrito de manera maravillosa en 1 Corintios 13:4-7, “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”, sí, el Hijo lo soportó todo por amor a nosotros, ¡qué profunda y real demostración de amor!

Y hoy entendemos que el amor del Espíritu Santo es un amor cercano, íntimo y personal. Es decir, todo el que cree en Cristo, en su obra de amor en la cruz, es derramado en su corazón el mismo amor del Padre por el Espíritu Santo. Un amor de ayuda, de compañerismo y un amor que siempre está aún en los momentos de debilidad, pues como dice la Escritura “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).

Podemos concluir que el amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo es la revelación del amor en todas sus dimensiones de la multiforme gracia de Dios, que ahora tenemos a nuestra disposición, para ser llenos de toda su plenitud y que estamos llamados a administrar dándola sin reservas a los demás (1 Pedro 4:10).  Oración.

«Padre, tu amor revelado y derramado en mi corazón a través de tu Hijo y tu Espíritu, reconfortan mi ser; gracias por amarme tanto; gracias por llenarme en todo. Oro para que tu gracia sea dada a los demás a través de mi vida, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 24 de marzo de 2023

El amor del Hijo

 


El amor del Hijo

“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.” 1 Juan 4:9

Entendemos el amor del Hijo como un amor sacrificial que se da a sí mismo, que se da todo, que es capaz de dar la vida; por esta razón es un amor que nos llama a no vivir para nosotros mismos, sino para aquel que nos amó primero y entregó su vida en rescate por nosotros (Romanos 14:7-8); luego de recibir este amor del Hijo somos llamados a amar a otros de la misma manera que Él nos amó, ya no haciendo un sacrificio en rescate, pues solo Él puede calificar como nuestro redentor, pero sí entregando todo el amor recibido a nuestro prójimo. Esta es la medida que el Señor Jesús colocó en el nuevo mandamiento que nos dio: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.”, Juan 13:34.

Pero este amor también es el amor de un amigo, pero no de cualquier amigo, sino un amigo que fue capaz de incomodarse hasta lo sumo para servir y dar la vida por sus amigos; y este es el nuevo nivel de amor al que estamos llamados por este amor del Hijo, el ser sus amigos, compartiendo tiempo con Él en oración, conociendo en profundidad la palabra de Dios para entender y hacer parte de sus planes, pues Él mismo nos enseñó: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” (Juan 15:15).

Jesucristo, lleno de un amor sacrificial, entregado y fiel, sí es el mejor amigo que ahora podemos tener y el amor sin reservas que podemos experimentar.   Oración.

«Señor Jesús, que el amor más puro y perfecto que de ti he recibido, sea lo que me lleve a vivir para ti; anhelo conocerte cada día más y ser tu amigo; que tus planes sean los míos y que tu amor sea a todos extendido, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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Para la gloria de Dios

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Colosenses 1:16

“Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano.” Salmos 37:23-24

Como personas únicas y diferentes que somos cada uno, hemos sido creados con propósitos o metas particulares, según los dones, talentos o características de cada quien, pero existen dos pilares que todos debemos tener en cuenta en nuestro paso por la tierra, ellos son:

Primero, la Palabra dice que todo fue creado por medio de Cristo y para Cristo. Lo que debe llevar a cuestionarnos si estamos permitiendo que nuestros planes, proyectos o anhelos estén bajo la dirección de Dios. Muchas veces nos dejamos influenciar por lo que otras personas dicen o quieren para nosotros, también por lo que esté de moda o mejor pago, pero no consultamos primero con Dios si ese es el propósito para el cual Él nos creó.

Segundo, todo lo que llevemos a cabo debe ser para dar gloria a Dios, ¿y esto qué quiere decir? Que independientemente de cuál sea nuestra profesión, ocupación o vocación, todo lo que hagamos debe honrar el nombre de nuestro Dios. Es decir, que la manera en que nosotros actuemos esté cimentada en lo que Dios dice, alineada a su voluntad. Que su verdad, santidad, bondad, justicia, amor y demás virtudes sean las que gobiernen nuestra cotidianidad.

Pregúntate en este día:

¿Aquello que me estoy proyectando está ordenado y aprobado por Dios?

¿Lo que estoy haciendo o estoy a punto de hacer le está dando la gloria a Dios?   Oración.

«Padre, por tu gracia y tu misericordia que se renueva cada mañana, en este día te pido que ilumines mi entendimiento y me permitas comprender si lo que estoy haciendo en el lugar donde me encuentro, es lo que tú quieres para mí; quiero caminar bajo tu dirección para que mis pasos sean tu gloria, por Jesucristo, nuestro Señor, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 23 de marzo de 2023

El amor del Padre

 

El amor del Padre


“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.” 1 Juan 3:1

“Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere.” Proverbios 3:12

Una de las más impactantes enseñanzas que nos reveló el Señor Jesús, es que tenemos a Dios como Padre cuando creemos en el Hijo (Juan 1:12, Gálatas 3:26). Y entendemos el amor de Dios, revelado por Jesús, como el de un Padre protector, proveedor y amoroso.

Un Padre protector, porque nos guarda de practicar el pecado y del maligno: “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.” (1 Juan 5:18). Un Padre proveedor porque no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Romanos 8:32), esta fue la provisión más grande y generosa de todas, proveyó nuestra salvación y también nos provee para nuestras necesidades diarias. (Mateo 7:11)

Y también es un Padre amoroso, porque nos corrige, nos disciplina con amor para nuestro bien y crecimiento: “Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?” (hebreos 12:6-7).

Por último, recibir el amor del Padre por implicación nos debe llevar a rechazar las cosas que ofrece el sistema de antivalores del mundo que se opone a los principios de Dios, conforme dice su Palabra en 1 Juan 2:15 “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”, si en verdad hemos recibido el amor del Padre, vivimos en el mundo, pero no somos del mundo.

Reflexionemos, por tanto, si hemos recibido el amor del Padre por medio de la fe en Cristo y también si estamos disfrutando de ese Padre protector, proveedor y amoroso.  Oración.

«Padre, que al conocer tu amor y la manera tan preciosa y perfecta en que lo manifiestas, me lleve a disfrutarlo con toda alegría y libertad. Gracias por revelarte a mí como mi Padre Celestial; gracias por Jesucristo, tu amado Hijo, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 21 de marzo de 2023

Respondiendo a la ofensa o al reproche

 

Respondiendo a la ofensa o al reproche


“el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;”1 Pedro 2:22-23

Reflexionando sobre una gran falla que todos tenemos cuando nos confrontan, cuando nos reprochan o aún más cuando nos critican o nos ofenden, observamos que en todas hay algo en común y es la manera en la que damos respuesta. ¿Cómo dar una respuesta correcta tanto en la forma como en la intención, ante la oposición o confrontación que otra persona nos presente? ¿Cómo deberíamos contestar? Pues bien, aprendamos de nuestro Señor.

En Mateo 27:34-44 podemos ver que el Señor recibió las más grandes ofensas que alguien ha podido recibir, en la cruz pusieron un letrero con una acusación que decía “ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS”, con una intensión de burla, como si trataran de decir sus verdugos -miren a su rey a punto de morir sin poder hacer nada-; también los que pasaban injuriaban; todo el pueblo al que antes había sanado, enseñado y amado ahora tomaban sus propias palabras para calumniarlo y ofenderlo meneando la cabeza; hasta el colmo cuando aún uno de los ladrones que fue crucificado con Él le injuriaba. Pero Él manejó la frustración y pacíficamente resistió, pues se enfocó en su propósito, su amor por cada uno de nosotros, que fue mayor.

Proverbios 15:1 dice “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor”; esto quiere decir que la manera correcta de responder ante una ofensa es con amor, hablando con sensatez, respeto, prudencia y sin ofender; estimando al otro como superior a nosotros (Filipenses 2:3). No debemos vengarnos ni pagar con la misma moneda ni devolver la piedra que se nos tira; estamos llamados a corregir, pero con amor (1 Pedro 3:9, 1 Tesalonicenses 5:11,14).

Así que hermanos, manejemos la frustración que sentimos cuando enfrentamos la ofensa o una confrontación propuesta, recordando el sufrimiento de nuestro Señor Jesús, pero también miremos un propósito mayor detrás de lo que sucede para que no nos encerremos en nosotros mismos, mejor hacer una resistencia en bondad y amor como dice 1 Pedro 2:15: “Porque esta es la voluntad de Dios: que, haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos” Oración.

«Padre, que al observar el carácter de Cristo y por medio de tu Espíritu, mi forma de pensar, hablar y actuar sea cada día más moldeada conforme a tu voluntad. Enséñame a esperar en ti y a ver el propósito detrás de cada situación, por Jesucristo nuestro Señor, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 20 de marzo de 2023

Que se conviertan ellos a ti

 


Que se conviertan ellos a ti

“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: ¿No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella.” Génesis 3:1-6

Cuando leemos el relato de la caída del hombre en Génesis 3, podemos ver cómo Eva es fuertemente influenciada por la serpiente quien, en ese momento, representa a Satanás. Observamos que su modo de operar fue acercarse a ella, llamar su atención, alterando lo que Dios le había dicho, lograr una conversación con ella y en medio de esta, con su insistencia, convencerla de que Dios la había engañado. Finalmente, la mujer envuelta por la mentira de Satanás y cediendo a sus deseos carnales, decide desobedecer a su Creador.

Podemos reflexionar, entonces, acerca de la influencia que tienen los demás en nosotros. Eva no comió porque a ella se le ocurrió o porque sola tomara la decisión, no, ella fue llevada y motivada por alguien más. Como mencionamos en el devocional de ayer, no estamos para señalar o rechazar a quien todavía no comparte nuestra fe, pero debe ser claro el propósito por el cual nos relacionemos con ellos; es para que la luz de Cristo en nosotros alumbre sus vidas; para que nuestra conversación, fundamentada en la verdad de Dios, ponga en evidencia todo lo que está en oscuridad, todo lo que no es agradable al Señor; en pocas palabras, para que se conviertan ellos a nosotros y no nosotros a ellos.  Oración.

«Padre, que tu amor, la gracia de nuestro Señor y la comunión con tu Espíritu, me permitan ser tu instrumento para llevar tu verdad y así alumbrar la vida de los demás, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 19 de marzo de 2023

Agradando a Dios nuestro Salvador

 


Agradando a Dios nuestro Salvador

«Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo» 1 Timoteo 2:1-6

Que extraordinaria exhortación hace Pablo en su carta a Timoteo y que palabra tan actual para aplicarla nosotros en este tiempo difícil, cuando nuestros gobernantes necesitan de un vallado de oración para que vivan y procedan con compasión, virtud y honestidad, así como también orando unos por otros. Aportar a las soluciones es implorar a Dios cada día, levantar altar para Dios en cada casa, no es colocar imágenes con veladoras, sino disponer nuestros corazones para estar en comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones, unánimes alabando y adorando a Dios, pues de esto se agrada Él.

Dios quiere que todos los hombres vengan al conocimiento de la verdad, pero la verdad solo la encontramos en la Biblia. 2 Timoteo 3:16-17 dice: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» No hay otro camino para conocer la Verdad de Dios, sino las Escrituras.

También Dios quiere que todos los hombres sean salvos, Jesús dijo: «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo» (Apocalipsis 3:20). Jesucristo toca a tu vida, solo si lo aceptas en tu corazón y crees en Él serás salvo, pues recibes salvación como regalo de Dios. Debes confesar con tu boca que lo aceptas como el único mediador entre Dios y los hombres. Jesús también dijo: «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios» (Juan 1:12).

Hermano, si Cristo está en tu corazón eres hijo del Gran Rey y lo más importante es que tu nombre estará escrito en el libro de la vida, así un día será abierto aquel libro y te darán la bienvenida al cielo, porque los nombres que allí no estén inscritos serán lanzados al lago de fuego.    Oración.

«Amado Dios, elevo a ti mi oración, mi súplica y mi acción de gracias, por los que están en altos cargos directivos o de gobierno, para que la sabiduría y la inteligencia que provienen de tu boca sea sobre ellos, para que actúen en toda piedad y honestidad en estos difíciles momentos y ante todo te conozcan a ti a través de tu Palabra. Gracias Señor. Amen.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 17 de marzo de 2023

Luz y vida

 


Luz y vida

“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” Juan 1:4.

Hablando de Jesucristo, el versículo de hoy nos declara que en Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. Podemos preguntarnos ¿cómo es esto? Porque si es verdad, quiere decir que la vida del hombre está incompleta y en oscuridad.

Ciertamente, acerca de esto, la Palabra de Dios nos dice que:

El espíritu de todo ser humano está muerto a causa del pecado y por ello también su vida se encuentra en tinieblas. Efesios 2:1 dice “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”, Efesios 5:8 complementa “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”. Como podemos leer, la única opción que tiene toda persona para salir de esta condición es creer en Jesús, pues “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

Hay vida después de la muerte “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25). Esta vida de la cual el Señor habla, es la vida eterna, la cual solo por medio de la fe en Él es posible recibir. Y si, por el contrario, alguien no cree en Jesús, su destino final será la condenación. La Escritura asegura “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:19).

Hermanos, nosotros al ser conscientes del estado de nuestro prójimo y con la empatía de haber estado así en nuestro pasado, no nos quedemos callados. Permitamos que la luz que ahora alumbra nuestra vida, resplandezca en la de aquel que todavía está en la oscuridad de las tinieblas.  Oración.

«Padre, que la luz de Cristo que alumbra mi vida, llegue a cada persona que pongas a mi lado, para que te conozcan y pasen de muerte a vida. Que el poder de tu Santo Espíritu se manifieste a través de mí, en el nombre de tu amado Hijo Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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Apresúrate a restaurar tu relación con Dios

 


Apresúrate a restaurar tu relación con Dios  “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9

Qué maravilloso es recibir la libertad después de estar en una prisión, y ser liberados de la ley del pecado y de la muerte, para quienes hemos creído en la obra extraordinaria de Jesús en el Calvario, siendo perdonados por medio de la sangre derramada en la cruz. Pero, si aún a pesar de esta gran verdad, estás en pecado, apresúrate, corre hacia Jesucristo, arrepiéntete y encontrarás el perdón.

Colosenses 3:5-9 dice: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, […] Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”. Esto de despojarse o de hacer morir en nosotros, parece algo fácil pero siempre se termina haciendo lo opuesto, y por consiguiente alejándose de Dios para continuar en el pecado. Cuando esto suceda, no huyas de Dios, confiesa tu pecado y vuelve al Camino que es Jesucristo.

Dice la biblia que “Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados” (Miqueas 7:9) y aún más, nos limpia de toda maldad y nos hace nuevas criaturas. Pero ¿qué nos corresponde hacer a nosotros? Tenemos que arrepentirnos, lo cual es un cambio de mente, sentimientos y de voluntad en cuanto al pecado. Esto implica dejar nuestro estilo de vida pasado, abandonar intencionadamente el pecado y volvernos a Dios. Es un cambio de actitudes. Es tomar decisiones radicales una a una, pues no se puede cambiar de un solo golpe toda la vida, pero hay que comenzar ya.

Hermano, si andas en malos caminos, confiésalo ante Dios y Él te ayudará a cambiar tu manera de pensar y de actuar. Confesar los pecados es un paso importante en nuestra restauración y santificación para tener una relación íntima con Dios. Oración.

«Padre Amado, me presento delante de ti con un corazón contrito y humillado, reconociendo mi pecado y mi maldad; me confieso delante de tu presencia con firme arrepentimiento, pues hoy dejo morir lo terrenal en mí y me apropio de tu inmenso perdón para restaurar mi relación contigo. Gracias Señor. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 16 de marzo de 2023

Con solo hablar

 

Con solo hablar


“Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?” Marcos 4:35-41.

Cuando leemos las Escrituras, es mucho lo que podemos encontrar acerca del impacto que ha tenido la voz de Dios cuando Él habló. Iniciando con la majestuosa creación en Génesis 1, hasta hallar sucesos como el que acabamos de leer. En él podemos ver cómo es calmada y cambiada una fuerte tempestad cuando el Señor Jesús le dice “Calla, enmudece”.

Qué maravilloso sería que personas como tú y como yo, hoy pudiéramos testificar del impacto de la voz de Dios en nuestra vida. Contar cómo todo ha cambiado en nosotros y en nuestro alrededor cuando tan solo Dios habló. Porque esto no es simplemente bonitas y pasadas historias, esto es verdad y ha sido escrito para que hoy en día también se haga realidad en nuestra vida. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Hebreos 4:12, Mateo 24:35).

Por consiguiente hermano, considera ahora mismo cuál es tu tempestad, ¿qué es aquello que te está abrumando, anegando o atemorizando? No seas hombre de poca fe, mejor, cree que Jesús está contigo, fija tu mirada en Él y busca su Palabra. Con seguridad verás como su voz impacta tu interior y cambia todo a tu alrededor.  Oración.

«Padre, eres más grande y superior que cualquier tribulación, todo está bajo tu poder y autoridad. Gracias por atraerme a ti, despertar mi fe y permitirme ver tu amor por mí. Oro para que tu voz sea mi dirección, cual oveja con su pastor. Me das paz, seguridad y provisión, gracias mi Señor, en el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 15 de marzo de 2023

Sé generoso. Segunda Parte

 

Sé generoso. Segunda Parte


“Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;” Hechos 3:1-7

En el devocional de ayer decíamos que la generosidad hace parte del ser y no es simplemente un hacer. Afirmación que podemos ejemplificar con el texto bíblico de hoy. La lectura básicamente nos dice que un hombre cojo de nacimiento pedía limosna a la entrada de un templo, de manera que, cuando vio que Pedro y Juan iban a entrar al lugar, les rogaba que le dieran limosna, a lo cual Pedro respondió: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy;” Esto es ser generoso. No se necesita dinero, cosas materiales o grandes obras. Se trata de compartir con los demás aquello que tengo, y de hacerlo todo el tiempo.

Ahora piensa tú, hijo de Dios, ¿qué tienes? ¿Qué has recibido?

Verdaderamente, es mucho, principalmente a Cristo en tu corazón. Y como ya sabes, es de quien todos necesitamos. Así que, disponte cada mañana para escuchar la voz de Dios y sé obediente al mandato que Él nos dejó. En el poder y guía de su Santo Espíritu, comparte el evangelio de Jesús, la buena noticia de salvación.

Por otro lado, sin lugar a dudas, hemos recibido mucha misericordia, mucho amor y mucho perdón, entre otras tantas cosas. Preguntémonos, ¿estoy dando misericordia a aquel que me causó daño? ¿Me estoy sensibilizando ante la dificultad de mi prójimo y estoy orando por él? ¿Estoy ofreciendo perdón a aquel que me ofendió, de la misma manera que Cristo a mí me perdonó?

Hermano, sé generoso. No es difícil, no son grandes obras, no es solo material. Ser generoso es compartir lo que hay en ti, ser generoso es dar de lo que recibí.   Oración.

«Padre, gracias, gracias porque me has dado mucho, mi vida está plena. Gracias porque en ti todo lo poseo y por consiguiente siempre tendré algo para dar con generosidad. Te pido en el nombre de Jesucristo, que me permitas ser sensible a lo que Tú a diario me das para que así mismo yo a otros lo pueda dar, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 13 de marzo de 2023

Sé generoso. Primera Parte

 


Sé generoso. Primera Parte

“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” 2 Corintios 9:6-7

La generosidad es una cualidad humana, hace parte del ser y no tan solo del hacer.

La generosidad no tiene nada que ver con cantidad.

La generosidad es manifestación de fe.

Cuando alguien entiende y cree que la fuente de toda su bendición es Dios, lo manifestará siendo generoso.

La motivación para ser generosos no es tener más, es confiar que lo que tengo o lo que he recibido, es lo justo y necesario para dar con alegría y generosidad.

Lo anterior ha sido concluido de lo enseñado por el Señor Jesús en Marcos 12:41-44 que dice “Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.”   Oración.

«Padre Santo, tu sobreabundante gracia ha llenado mi vida y me ha convertido en una persona que da con generosidad; gracias por dejarme ver, entender y aceptar tu generosidad, tu regalo y tu bendición, pues ello me ha llevado a sembrar y segar con generosidad.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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Recibir para dar

 


Recibir  para dar “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; ” 2 Corintios 9:8

Preguntémonos en este momento, en qué áreas de mi vida no tengo lo suficiente como para dar con generosidad. ¿Quizás es en la afectiva; carezco de paciencia, tiempo, amabilidad o disposición? ¿Tal vez es en la económica; ¿tengo poco dinero, alimentos, o vestido? ¿De pronto es en la intelectual, es muy básico o desactualizado mi conocimiento? O más importante aún, ¿será en la espiritual, me falta fe, sabiduría o integridad?

Ahora bien, ya evaluados cada uno, seguramente hemos encontrado poco o mucho en lo cual todavía tenemos escasez. Pues, si bien esta respuesta la podemos encontrar mirando en lo más interior o íntimo de nosotros, no sucede así con la solución. Veamos.

El versículo de hoy nos dice que poderoso es Dios para hacer que en nosotros abunde TODA gracia, todo regalo, toda dádiva; de tal manera que tengamos en todas las cosas todo lo suficiente, y así entonces podamos en todo abundar o dar con generosidad. Como vemos, el poder de Dios lo abarca TODO. Es por ello que si en alguna área no estamos dando, es porque indiscutiblemente no estamos recibiendo.

La Escritura dice: “Más bienaventurado es dar que recibir.” Hechos 20:35, en otras palabras, es más bendecida la persona que da que la que recibe, y sí, porque aquella que da es porque tiene de donde sacar, mientras el que recibe es porque probablemente tiene necesidad.

Hermanos, seamos de aquellos que dan, es decir, de aquellos que han recibido y están tan bendecidos que hasta para dar con generosidad les alcanza. La clave es la siguiente: Efesios 3:19 “y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 

Oración.

«Papá Dios, gracias por tu amor en Cristo Jesús, el cual nos llena en todo. Gracias por tu misericordia, bondad, fidelidad, provisión y amor. Gracias por tu Palabra, porque es donde te das a conocer y gracias por tu Espíritu, quien me convence de que es verdad, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 11 de marzo de 2023

Nada nos separa del amor de Dios

 


Nada nos separa del amor de Dios

“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” Romanos 8:35

“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:38-39

En muchas ocasiones, por las diferentes situaciones que se presentan en nuestra vida, pensamos que Dios nos ha dejado, que ya no nos ama, que está enojado y que no quiere escucharnos, entonces tomamos la autónoma decisión de alejarnos de Él y de todo lo que nos ayude a acercarnos a su presencia, dando más credibilidad a nuestros pensamientos que a la misma voz de Dios.

Pero lo realmente cierto es, como lo dice la lectura bíblica del día, que absolutamente nada nos puede separar del amor de Dios, ¿y esto por qué? Porque el amor de Dios para con nosotros no depende de lo que hagamos o dejemos de hacer, tampoco depende de las circunstancias o de la situación por la que estemos pasando. Como dice la Escritura, el amor de Dios hacia nosotros “es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Es decir que, de lo que sí depende el amor de Dios para nosotros es de lo que Cristo hizo, sin duda, una obra perfecta que ahora nos permite gozar de una relación íntima e incondicional con nuestro Papá Celestial (Juan 1:11-12).

La palabra nos declara “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Romanos 8:15-16).   Oración.

«Papá Dios, cuando siento que no merezco más que las consecuencias de mis actos, que no soy digno de ti o que no estás presente, Tú, Señor, con tu misericordia y tu gracia me levantas y me dices que me amas, me sacas del pozo creado por mi mente y me alumbras con tu verdad. Gracias Dios por Jesucristo nuestro Señor, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 10 de marzo de 2023

Decisiones

 


Decisiones

“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” Romanos 8:26-27

En la vida, de manera diaria y continua, nos vemos enfrentados al hecho o proceso de tomar una decisión; decisión que desencadenará una serie de resultados o consecuencias. De aquí la importancia de saber elegir la opción más sabia y conveniente.

Para iniciar, podemos siempre recordar que el mandato de Dios es que en todo momento confiemos en Él, dejando a un lado nuestra propia sabiduría o prudencia (Proverbios 3:5-6). Cuando hablamos de dejar a un lado, se trata de no tomar una decisión basada en lo que nosotros pensamos que es lo mejor, si Dios nos está indicando lo contrario.

A los creyentes nos marca un sello, el Espíritu Santo, conforme dice Efesios 1:13 “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,” Espíritu Santo quien, de acuerdo a lo que nos habla el texto bíblico de hoy, es nuestro ayudador.

Muchas veces, en medio de tantos factores que nos parecen importantes, no sabemos por cuál inclinarnos, no sabemos si poner como prioridad las ganancias, el tiempo, el esfuerzo, entre otros. Así que, es difícil pedirle a Dios por algo específico, pues ni nosotros sabemos bien lo que queremos. Es por esto que, de acuerdo a la voluntad de Dios, el Espíritu intercede por nosotros ante Él.

De manera que, querido hermano, nuestra primera y más importante decisión cada mañana es tener comunión con nuestro ayudador. Encendamos su fuego y avivemos esa relación de amor con cada canto, cada oración y cada meditación de la palabra de Dios.  Oración.

«Papá Dios, por amor enviaste a tu Unigénito Hijo para darnos salvación y vida eterna. Ahora, por la fe en Él, me has sellado con tu Espíritu para vivir según lo que tú me indiques. Gracias por amarnos tanto Señor, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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Servir a Dios

 

Servir a Dios


“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33

Cuando de servir a Dios se trata, la exhortación por excelencia es que, como leíamos ahora, Él siempre esté en primer lugar. Sin embargo, para que este servicio no se nos convierta en una carga pesada que debamos llevar por obligación, el Señor nos recuerda hoy que:

Lo debemos hacer con alegría; Salmos 100:2 “Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo.”

Debemos dejar cualquier pereza y, en total dependencia del Espíritu Santo, con todo amor y fervor, hacer lo que Dios nos encomendó; Romanos 12:11 “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;”

Nuestra motivación es hacer las cosas como para Dios y no para los hombres, pues así las personas no nos correspondan de la misma manera, Dios siempre nos recompensa; Colosenses 3:23-24 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”

De manera que, iglesia, si todavía no estás sirviendo al Señor, es momento de que le pidas en oración que, por su favor, te dé el privilegio de participar en las obras de su reino. Y a ti hermano que ya te encuentras sirviendo, recuerda que todo es por su gracia y para su gloria.   Oración.

«Mi Señor, cuántas gracias te doy, pues no solo me has rescatado del poder de las tinieblas, sino que me haces partícipe de las obras de la luz. Te pido que cada día me recuerdes que pertenezco a tu reino y que vivo por ti y para ti. Te he orado en el nombre de Jesucristo, tu amado Hijo, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 8 de marzo de 2023

El milagro de un nuevo ser

 


El milagro de un nuevo ser

“En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza.” Salmos 71:6

La creación es sin duda la manifestación de la gloria de Dios; dice el Salmo que el firmamento anuncia la obra de sus manos (Salmos 19:1). Isaías 40:26 proclama “Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.”

Cuando hablamos de la creación de una nueva persona, la Biblia especifica que es Dios quien en lo oculto la forma, allí, en el vientre de la madre, Él la crea (Salmos 139:13). Y como si esto fuera poco, su poderosa palabra nos declara que también es Dios el que, de las entrañas de la madre, hace nacer un nuevo ser, como lo leíamos en el versículo de hoy.

Esto es realmente asombroso, es extremadamente maravilloso; digno y suficiente para que cada día alabemos y exaltemos al inigualable Dios por la maravilla de la creación. Cada persona es tan diferente y única que, definitivamente, eso solo lo puede hacer Dios. Así que, agradecer a Dios y valorar a cada persona que tenemos alrededor, es el llamado para hoy.  Oración.

«Padre, alabanza, gloria y honra sean para ti ahora y todos los días. Eres Dios poderoso, eres Dios Creador. Te alabo y exalto tu majestuoso nombre, porque solo tú puedes crear una vida. Mi alabanza y mi adoración son para ti mi Dios, en el nombre de Jesucristo, mi Señor, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 7 de marzo de 2023

El pasado, atrás

 


El pasado, atrás

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” Efesios 4:22-24

Parte de nuestro pasado es la manera y los motivos que teníamos para actuar y tomar decisiones, pues tal y como nos lo dice el versículo de hoy, todo era basado y acorde a los deseos engañosos de nuestro corazón, en sí, al pecado que nos dominaba. Es por esto que, de manera clara y directa, el Señor nos dice despójense, echen fuera de ustedes a ese viejo hombre, a esa persona antigua acostumbrada a la tendencia al mal; y en lugar de eso, dice la palabra, vístanse de aquel hombre nuevo que Dios ha hecho con cada uno de ustedes.

Esto aplicado en el día a día, se trata de creer y apropiarnos de lo que Dios dice de nosotros y para nosotros por medio de su palabra santa y verdadera; la cual, a medida que la vamos estudiando, va renovando nuestra manera de pensar y, conforme la practicamos, también renovará nuestra manera de actuar; todo esto con la ayuda y dirección del Santo Espíritu de Dios.

Primordial en este caminar, es creer y entender lo que nos dice Romanos 6:6 “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.” La Escritura dice que ese viejo hombre ya fue crucificado junto con Cristo, ahora, así como Cristo resucitó de entre los muertos para la gloria de Dios, nosotros también debemos andar conforme la justicia y santidad de la verdad, dejando todo pasado atrás.  Oración.

«Perfecto Dios, todo lo haces bueno, justo y en amor. Por Jesucristo has hecho de mí una nueva creación y así quiero vivir. Permite que tu Santo Espíritu en mí, cambie mi manera de vivir, dejando todo vicio del pasado atrás y renovando mi mente y actuar con tu verdad. Gracias por tu bondad, en el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 6 de marzo de 2023

Las pruebas no nos avergüenzan

 

Las pruebas no nos avergüenzan


“Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” Romanos 5:3-5

Como hijos de Dios por nuestra fe en Cristo, constantemente nos hallamos en diferentes pruebas; pruebas que, como su nombre lo indica, prueban algún aspecto de nuestro carácter para cambiarlo o mejorarlo. Pero muchas veces solemos pensar que es un tipo de castigo o consecuencia a causa de algún error que pudiéramos haber cometido, y entonces nos avergonzamos, queriendo que nadie se entere de lo que estamos viviendo.

Pues, contrario a lo que muchos pueden imaginar, la palabra de Dios nos enseña que debemos aun gloriarnos o, en otras palabras, gozarnos cuando estemos pasando por diferentes aflicciones, puesto que nosotros, los creyentes, siempre tenemos una esperanza cierta y es el amor de Dios. Como nos lo describe el texto bíblico de hoy, papá Dios, a través de su Espíritu que mora en nosotros, ha derramado su amor en nuestro corazón; así que, sea cual sea la circunstancia difícil por la que estemos atravesando, debemos confiar y tener la esperanza de que Dios nos ama y un buen propósito tiene con tal situación.

Por consiguiente, hermanos, las pruebas no nos deben avergonzar, pues no se trata de nosotros, de lo bien que nos sintamos o parezcamos, sino mejor de lo que Dios quiere hacer a través de nosotros y de la gloria que quiere manifestar, siendo un deber gozarnos, mantener la esperanza y glorificarlo por su inmenso amor.  Oración.

«Papá Dios, te pido que cada día me convenzas más de que mi vida es una obra que tú has iniciado y que perfeccionarás hasta el día en que Cristo vuelva, pudiendo así glorificar tu Santo nombre, con esperanza y gozo aun en la situación más difícil, y siempre agradecido por tu gran amor, por Jesucristo mi Señor, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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Guarda tu corazón

 


Guarda tu corazón

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” Proverbios 4:23

El cumplimiento de la promesa realizada por Dios en Ezequiel 36:26, de darnos un corazón nuevo, se hace realidad cuando por fe creemos en Cristo como nuestro Señor y salvador, pues la Escritura anota en 2 Corintios 5:17 que “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

Este nuevo corazón es característico por ser sensible a las cosas de Dios, pues a través del Espíritu Santo, quien también nos es dado por fe en la obra de Jesucristo, podemos pensar, actuar y aun sentir conforme Dios desea que lo hagamos. Entonces, es aquí donde radica la importancia de guardar nuestro corazón, tal y como el Señor nos exhorta en el versículo de hoy, ya que su palabra dice que de él mana la vida. Por tanto, ¿cómo y de qué debemos guardar nuestro corazón?

Sin duda alguna la respuesta es sometiendo nuestros pensamientos, sentimientos y acciones a la luz de la palabra de Dios, puesto que nuestra vida no se debe decidir con base en nuestra propia sabiduría, sino que debe estar cien por ciento direccionada por el amor de Dios; de esta manera lograremos guardar nuestro corazón de todo aquello que se nos presenta en el día a día que parece bueno, deseable o agradable, pero que, finalmente, termina siendo malo, abominable y destructor.

Así que hermanos, si lo que deseamos es vida plena y abundante, adorando a Dios guardamos este nuevo corazón.   Oración.

«Papá Dios, tuyo es mi corazón, nuevo lo has hecho y no quiero contaminarlo con actitudes egoístas, pensamientos codiciosos o sentimientos perversos. Oro para que tu amor lo llene por completo y todo lo que de mi ser salga sea un reflejo de ello, en el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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