lunes, 31 de agosto de 2020

Una fe auténtica. Parte 2

 


Una fe auténtica. Parte 2

“Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.” Juan 20:27

“así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” Isaías 55:11

Jesús dijo que iba a morir en la cruz por nuestros pecados y así ocurrió, dijo que iba a resucitar al tercer día, y así ocurrió, prometió su Santo Espíritu a todos los que creyeran en Él, y así lo hizo, de lo cual somos millones de testigos, en el siglo presente, que disfrutamos de esta promesa morando en nuestro corazón.

Así que, confiemos plenamente en lo que Dios es, en lo que dice y en lo que Él puede hacer en nuestra vida, pues por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. (hebreos 11:3).

Su Palabra entonces, hace en nosotros aquello para lo cual Dios la envió (Isaías 55:11), hace una nueva creación en nuestro interior, coloca orden al caos de nuestra conciencia y nos da vida espiritual, para que tengamos una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para nosotros (1 Pedro 1:3-4).

Por lo anterior, viendo lo que hace la fe en nosotros, desechemos toda incredulidad, acerquémonos a la fe auténtica de Jesucristo, para disfrutar de toda esta herencia y recompensa que tenemos en Él.  Oración.

«Padre, sé que en Cristo tengo herencia incorruptible y recompensas eternas, ayúdame a poner mi mirada en lo celestial, no en lo temporal y efímero del mundo.

Por medio de tu Palabra, hazme nacer de nuevo, para disfrutar de todo tu amor y majestad. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 30 de agosto de 2020

Una fe auténtica. Parte 1

 

Una fe auténtica. Parte 1


“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6

La fe no tiene nada que ver con la superstición, pues la fe cristiana, se fundamenta en un hecho innegable, en la resurrección de Cristo, pues si el Señor no se hubiera levantado de los muertos, nuestra fe no tendría sentido (1 Corintios 15:14).

La fe, va más allá de un simple razonamiento humano, o de una comprobación experimental materialista, pues es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver (hebreos 11:1), y estas cosas que esperamos, son las que Dios dice en su Palabra.

Es decir, al final aquello que no vemos, pero que esperamos pacientemente, se convierte en un hecho, en una realidad que impacta nuestro presente, nos da paz, amor, bendiciones espirituales y como añadidura, provisión para nuestras necesidades materiales (Mateo 6:33). La fe trasciende a nuestro futuro, pues nos coloca en la eternidad con Dios (2 Corintios 4:18), como nos dice la escritura de manera impactante, acerca del resultado de nuestra fe en Cristo: “y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,” (Efesios 2:6).

Ahora que vemos que la fe auténtica, trasciende más allá de lo material o temporal, ¡cómo no fijar nuestra mirada en el iniciador y perfeccionador de la fe, en Cristo Jesús! (hebreos 12:2).   Oración.

«Señor Jesús, gracias a ti tengo una esperanza que no falla, una certeza que no flaquea, una convicción permanente en que mi porvenir depende de ti, es eterno y lleno de bendición; por tu sangre preciosa, me has hecho sentar contigo, en los lugares celestiales. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 29 de agosto de 2020

VERDADERAMENTE LIBRES

 


VERDADERAMENTE LIBRES

“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, Juan 8:32

“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”, Juan 8:36

Libertad según el diccionario se define como la capacidad del ser humano de actuar según sus valores, criterios, razón y voluntad. Pero hoy en día hay carencia de buenos valores, de criterios honorables, de pensamientos puros y finalmente el ser humano ha caído en las prisiones del pecado, que son más crueles que las rejas físicas de una cárcel. Muchos están tras las rejas del alcoholismo, la drogadicción, las pasiones deshonestas, adulterio, fornicación, iras, odio, rencores, violencia, orgullo, vanidad, envidia, pereza, mentira, etc. La Biblia nos dice: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados” (Gálatas 5:13). Es lamentable que los creyentes no gocemos de la verdadera libertad que nos da Cristo, a la cual fuimos llamados, y busquemos justificaciones a nuestra propia prisión, pues comúnmente culpamos a los demás de todo cuanto hacemos o de todo cuanto nos sucede.

Es cierto que tenemos una naturaleza pecaminosa, dada a los placeres del mundo y por dondequiera que vamos nos encontramos con tentaciones e inmoralidad vergonzosa, pero la Biblia nos dice que debemos huir de ello, y si es Cristo quien nos da la verdadera libertad, acerquémonos a Él y recibamoslo como nuestro único Salvador y si ya lo recibimos vivamos en intimidad con Él, pues sólo en su presencia podemos ser llenos del Espíritu de Dios y ser vasos de honra, santificados, y útiles a Dios: “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra” (2 Timoteo 2:21)

Hermano, Cristo nos compró con un altísimo precio para darnos la libertad, y vivir una vida abundante, sólo permanezcamos constantes, su Palabra dice: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud” (Gálatas 5:1). Recuerda que tus pecados han sido lavados con la sangre derramada en la cruz para que vivas verdaderamente libre, separado del mal en el mundo y del pecado.         Oración.

"Señor Jesucristo, gracias por liberarme de las prisiones del pecado, lavarme de tanta iniquidad y darme la libertad que mi alma necesitaba para vivir una vida en plenitud y santidad. Ahora puedo glorificar y exaltar tu glorioso nombre con un corazón limpio. Gracias Señor, sólo en ti soy verdaderamente libre, Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 28 de agosto de 2020

Instrumentos de honra para Dios. Parte 2

 


Instrumentos de honra para Dios. Parte 2

“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.” 2 Timoteo 2:22

Otro principio importante, para ser instrumentos de honra para Dios, es la limpieza de pensamiento, pureza de corazón e integridad de conducta.

Podemos vivir de esta manera, porque por fe en Cristo, Él nos ha enviado su Espíritu Santo que coloca el amor de Dios en nosotros (Romanos 5:5), y por eso ahora podemos andar conforme a su guía, sin satisfacer los deseos carnales, haciendo morir todo lo terrenal en nosotros, es decir, la inmoralidad sexual, la impureza, las bajas pasiones y los malos deseos. También la avaricia, pues la persona avara es idólatra porque adora las cosas de este mundo. (Colosenses 3:5)

Si Cristo mora en nosotros, tenemos el poder de su gracia, para que el pecado no more en nosotros (Romanos 6:14). Nuestro pensamiento ha sido limpiado, y sigue siendo transformado por su Palabra (Romanos 12:1-2), nuestro corazón ha sido cambiado por un corazón obediente y como consecuencia nuestra conducta, que ahora es conforme a la voluntad de Dios para que todo lo que hagamos o digamos, sea como representantes del Señor Jesús y por eso damos gracias a Dios Padre por medio de Él. (Colosenses 3:17)   Oración.

«Padre, gracias mi Dios, tu Palabra me renueva cada día para vivir en santidad, apartado para tus propósitos y me prepara para ser un instrumento aprobado, útil y de honra, para gloria tuya. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 27 de agosto de 2020

Instrumentos de honra para Dios. Parte 1

 


Instrumentos de honra para Dios. Parte 1

“Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.” 2 Timoteo 2:20-21

De acuerdo con el contexto de esta porción de la Biblia, seremos instrumentos de honra si estamos atentos a seguir los siguientes principios: el primero, usar correctamente la Palabra de Dios, sin desviarnos a enseñanzas equivocadas, que no son conforme a la Escritura (2 Timoteo 2:15), el segundo principio implica que, si uso bien la Palabra de verdad, no tengo por qué entrar en discusiones vanas y en contiendas, mejor hablar la verdad de Cristo con amor (Efesios 4:15) y mantenerme en ella con toda firmeza, para no desviarme de la fe.

Cumplir estos principios requiere preparación en la Palabra de Dios, estudio constante y disciplinado, con la guía de su Santo Espíritu, y nuestra decisión no de entrar en discusiones necias y sin sentido que solo inician pleitos (2 Timoteo 2:23).

Practiquemos estos principios, para que seamos usados como instrumentos para un uso especial y honorable. Nuestra vida será limpia y estaremos listos para que el Maestro nos use en toda buena obra.  Oración.

«Señor, mi Dios y Salvador, anhelo cada día, aprender más de ti, mantenerme en la fe. Ayúdame por medio de tu Espíritu Santo a estudiar con diligencia tu Palabra, a entender y llevar a la práctica la sana doctrina que es conforme a la Escritura. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 26 de agosto de 2020

Conforme a las Escrituras. Parte 1

 


Conforme a las Escrituras. Parte 1

“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;” 1 Corintios 15:3-4

Las Escrituras sagradas, son la revelación de Dios para salvación de todo aquel que cree: “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.” (Juan 20:31).

El fin principal por el cual Dios inspiró a muchos hombres, en distintas épocas a escribir su Palabra, fue para que encontráramos allí la salvación de nuestra alma que está en Cristo. Por esto, desde el Génesis (Génesis 3:15), hasta el Apocalipsis, la Biblia tiene un hilo conductor que le da armonía y es la esencia de todo el mensaje de la escritura: Jesucristo, conforme lo explica Apocalipsis 19:10 “Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”

Si hemos creído en el mensaje de la Escritura, estamos llamados a dar testimonio con nuestra vida de que el mensaje de la Palabra de Dios se ha hecho realidad en nosotros; que no es un mensaje como cualquier otro, sino una verdad transformadora, que nos ha hechos nacer de nuevo, porque fuimos muertos con Cristo al pecado y resucitados juntamente con Él para vida eterna (Colosenses 2:12). Así que, ¿cuál es el efecto que ha tenido la Escritura en tu vida?  Oración.

«Gracias mi Señor y mi Salvador, por revelar en tu Palabra el gran amor con que nos amaste y darnos vida eterna por fe en Cristo, anhelo disfrutar cada palabra y cada promesa que dejaste para nuestra bendición y para tu gloria. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 25 de agosto de 2020

Un corazón de piedra

 


Un corazón de piedra

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” Ezequiel 36:26-27

En el antiguo testamento, vemos como el pueblo de Israel, endureció su corazón como el diamante para no escuchar la Palabra que Dios enviaba por su Espíritu, por medio de profetas (Zacarías 7:12), y esto trajo como consecuencia que fueran esparcidos por todas las naciones, a pesar de que una y otra vez, con mucha insistencia, el Señor les previno acerca de las consecuencias del pecado, de apartarse de Dios.

Hoy en día, el Señor, también envía su Palabra, por su Espíritu Santo, por diferentes medios, para que el que escuche, no endurezca su corazón, sino que coloque atención, y reciba el regalo de salvación y el don de justicia por medio de la fe en Cristo (Romanos 5).

Por esta fe en Cristo, Dios, cumplirá esta promesa, quitará el corazón de piedra, nos dará un nuevo corazón y escribirá en nosotros, con letra de su sangre, sus leyes y preceptos para que los obedezcamos (Jeremías 31:33), para que andemos como hijos de Dios, como pueblo elegido por él, para anunciar la inmensa bondad de aquel, que nos sacó de la oscuridad a la luz verdadera (1 Pedro 2:9).   Oración.

«Padre, por la gracia de Jesús, quita el corazón de piedra y coloca en mí tu Espíritu, dame un corazón que te obedezca, que ande en tus caminos y glorifique tu nombre. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 24 de agosto de 2020

El libro de Rut

 

El libro de Rut es fascinante debido a su riqueza literaria y significado teológico; por ambas razones es uno de los libros que más disfruto estudiar y como la palabra de Dios es viva y eficaz. La historia relatada en el libro de Rut, toma lugar en el tiempo de los Jueces; cuyos sucesos se relatan en el libro que lleva el mismo nombre. En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos.” El pueblo no tenía un rey que los dirigiera y enfocara en sus decisiones, cada uno tomaba acciones y decisiones según les parecía. Y es en medio de este tiempo que se resaltan los sucesos de la familia de un hombre llamado Elimelec que significa Dios es Rey, lo cual es muy significativo para esta historia que ocurre en el tiempo en el que el pueblo no tiene un rey humano; Dios sigue siendo Rey. Este hombre toma la decisión de irse de Israel debido a la hambruna y escoge los campos de Moab. Para conocer las implicaciones de esta decisión debemos recordar cuales son los orígenes del pueblo moabita. Veamos Génesis 19:34-37. Esta nación surgió del incesto planificado por las dos hijas. De dormí con su Padre llamado Lot dándole de beber vino hasta emborracharlo. Debido ha que se fueron a vivir a un monte después que Dios destruyera a Sodoma donde ellos Vivian. Está claro que las Hijas cogieron los mismos habito de Sodoma donde se habían criado. En este tiempo Israel estaba siendo azotada por una hambruna debido a la apostasía del pueblo de Dios dejando sus mandamientos y estatutos que Dios les avía mandado que no dejaran de cumplirlos. Apartarte de la cubertura de Dios es tragedia segura. Y querer huir de la disciplina de Dios su Pueblo es imposible no ay lugar donde esconderse de Dios. Des pues de la tragedia que sufrió Noemí ella oyó que en Velen avía pan reconociendo que no debería de haber salido de Velen.  toda la ciudad se conmovió a causa de ellas, y las mujeres decían: “¿No es esta Noemí?” Ella les dijo: “No me llamen Noemí (Placentera), llámenme Mara (Amarga), porque el trato del Todopoderoso me ha llenado de amargura. Lo bueno de este pasaje de la Biblia es que Rut una joven Moabita le dijo a su Suegra No insistas en que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, yo iré, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.  Estas palabras son las que quería oír Dios para hacerla parte de la cronología de JESUCRISTO. Igual que nos pasó a nosotros el día que aceptemos a Cristo en nuestros corazones como Señor y Salvador y que es el Hijo de Dios que derramo su sangre en la cruz por nuestros pecados y que murió y resucito al tercer día y está sentado a la diestra del Dios Padre. Amen. Juan. 1:12:     Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.  Oración. Gracias te damos Padre santo porque nos has rescatado de las tinieblas de este mundo y nos has traído a tu luz admirable ayúdanos a que nos esforcemos a permanecer en tu palabra y hacer tu voluntad para que tu Padre eterno seas glorificado en nuestras vidas Amen.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 23 de agosto de 2020

Dureza de corazón

 

Dureza de corazón

“Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.” Marcos 16:14

“Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,” Romanos 2:5

a dureza de corazón viene de la ignorancia de la Palabra de Dios, de oír, pero no escuchar el mensaje, estando atentos a la verdad de Dios para que la verdad derrote todo argumento de mentira que gobierne nuestra vida.

Jesús reprocha a sus discípulos, porque algunas personas primero, como Maria Magdalena, habían visto a Jesús resucitado y él les encomendó ir a contarle a los demás (Juan 20:16-18); incluso a pesar que él Señor les había explicado lo que iba a pasar con anterioridad, no creyeron. En el evangelio de Lucas 9:22, les había anunciado: “y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.”

Así mismo, a muchos les es anunciado acerca de la muerte y resurrección de Jesús para perdón de pecados y vida eterna, pero no están atentos al mensaje, y no creen, porque la fe viene por escuchar el mensaje, y el mensaje que se anuncia, es la Palabra de Dios (Romanos 10:17), un mensaje tan poderoso y contundente que transforma la vida del que escucha y está atento a recibirlo, un mensaje que hoy mismo tiene el poder de quitar el corazón duro, por un corazón que obedezca a Dios. Así que, ¿escuchas y estás atento al mensaje de su Palabra? ¿crees que Jesús murió y resucitó para perdonar tus pecados y darte vida eterna?   Oración.

«Quien como tu Señor, que perdona mi maldad, que murió en la cruz para limpiarme de toda maldad y darme vida eterna, hoy quiero estar atento a lo que quieres decirme a través de tu Palabra, que tu Espíritu me ayude a entender y me de la fuerza para practicar tu verdad. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 22 de agosto de 2020

Orgullo y prepotencia

 

Orgullo y prepotencia

“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;” 1 Pedro 5:5-6

“Alábete el extraño, y no tu propia boca;

El ajeno, y no los labios tuyos.” Proverbios 27:2

Un principio importante de la verdadera humildad, es someterse a la autoridad, el humilde obedece, el orgulloso se enaltece así mismo y hace conforme a su propia voluntad, se cree sabio en su propia sabiduría y no reconoce a Dios en sus caminos (Proverbios 3:6-7)

Pero no hay alguien más cansado y agobiado que alguien lleno de orgullo y prepotencia, necesita urgente descansar, el peso de un ego inflado pronto lo aplastará. El otro extremo, también es orgullo y trae cansancio, el pensar que Dios no puede hacer nada por medio de nosotros.

Tener estas actitudes desequilibradas, nos lleva a la depresión, a la frustración, a ser resentidos. También, cuando nos sentimos por encima de los demás, somos arrastrados a la ira, a juzgar y a actuar sin amor.

Si el orgullo está presente en nuestra vida, debemos ir a descansar en Jesús y él nos dará verdadero descanso, aprenderemos de su humildad y mansedumbre (Mateo 11:28-30), pues siendo igual a Dios, no estimó esta condición como algo a que aferrarse, sino que por amor a nosotros se despojó a sí mismo y tomó forma de siervo y nació como un ser humano, se hizo hombre, y se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. Pero luego fue levantado de los muertos y con su resurrección triunfó, siendo exaltado a lo sumo por el Padre (Filipenses 2:6-11). Entonces, después de conocer y reflexionar sobre esto que hizo Cristo ¿puede haber algún orgullo en nuestro corazón? Claro que no. Oración.

«Señor, gracias porque te rebajaste a lo sumo, para darme vida eterna, ahora Señor, que tu humildad y mansedumbre se manifiesten en mi vida, y que todo lo que piense, diga o haga, sea para tu gloria, mi Cristo. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 21 de agosto de 2020

Orgullo

 

Orgullo

“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” Romanos 12:3

El orgullo que viene ya sea de pensar muy alto o muy bajo de sí mismo, no agrada a Dios. Lo contrario a esta clase de orgullo, es la humildad, la cual viene de tener una perspectiva correcta de Dios y de nosotros mismos, “porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.” (2 Corintios 10:18), es decir, Dios quiere que pensemos de cada uno, lo que él dice que somos en Cristo, “conforme a la medida de fe”, si algo somos es por su gracia en Cristo, y eso que somos, nos determina como servidores de los demás, haciendo todo para la gloria de Dios (Colosenses 3:23).

Nuestra actitud con los demás y lo que hacemos debe seguir este principio: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”, (Filipenses 2:3).Estos principios, nos ayudan a evaluar si estamos actuando con orgullo, al cual Dios resiste y no hay bendición en esta forma de actuar.

Si al evaluarnos, a la luz de la Palabra de Dios, descubrimos esta clase de orgullo en nosotros, vayamos a Cristo, pidamos su perdón, sometámonos a él y como recompensa nos dará abundante gracia, para pensar y actuar con equilibrio, sin orgullo egoísta (Santiago 4:6).   Oración.

«Señor, examina mi corazón, mira si hay orgullo en mí y lléname de tu gracia, para tener equilibrio en mi forma de pensar y actuar. Que mi vida muestre la humildad y mansedumbre de Cristo. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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Sanidad integral

 

Sanidad integral

“Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.” Proverbios 4:20-22

“Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.” Marcos 10:51-52

Obedecer la Palabra de Dios nos da sanidad integral, en nuestro espíritu, alma y cuerpo.

Pero un asunto esencial es pedir y pedir con fe, y es la base de conocer y reconocer lo que Dios hace y puede hacer, ¿Habrá algo imposible para Él? (Jeremías 32:27), sin embargo, a veces dudamos, por esto el Señor nos pregunta:

¿Qué quieres que haga por ti? (Marcos 10:51), Él lo sabe todo, pero Dios nos recuerda que puede hacer todo por nosotros, si nos dio a su propio hijo por nuestros pecados, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas? (Romanos 8:32).

Si estamos enfermos físicamente, confiemos en lo que dice su Palabra: “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.” (Santiago 5:15) Y también pidamos por todos aquellos que están pasando por un momento de dolor, para que Dios les de fuerza en medio de su dificultad y traiga su sanidad integral. Oración.

«Padre, aquí estoy delante de tu presencia, pidiéndote que en el amor de tu hijo Jesús, me sanes de toda enfermedad y dolencia, me des la fuerza para soportar toda dificultad física, pero sobre todo que sanes mi espíritu y mi alma. Gracias Señor por tu sanidad integral Amen.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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