lunes, 1 de octubre de 2018

EL CARÁCTER Y EL ESTILO DE VIDA DE LA CARNE (ROM. 8:5-11)


EL CARÁCTER Y EL ESTILO DE VIDA DE LA CARNE (ROM. 8:5-11).
Tiene una mentalidad carnal (v. 5a).
Hay dos formas de ver la vida. Vamos a examinarlas por separado durante unos minutos para sacar los contrastes.
Se trata de una actitud que trata de dejar a Dios fuera del enfoque. El apóstol Pablo lo llama un sistema de mente carnal. "Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu" (8:5). La mentalidad de la "carne" está dominada por YO, MI, y es MIA. Es egoísta en su concepción. Todo está centrado en sí mismo y cómo podemos satisfacernos. Su mente está puesta en poder, posición, prestigio, pasión y posesiones. Sus impulsos dominantes están en contra de Dios. Toma legítimas necesidades humanas y cumple con ellas de la manera equivocada. Incluso podemos hacer el servicio de Dios con motivos egoístas.
En este pasaje, Pablo usa la palabra "carne" para describir el elemento más débil en la naturaleza humana que produce el pecado. Este pasaje pone de manifiesto, además, que para tener una mente de la carne es francamente siendo hostiles a Dios. Esto significa que es un soldado en el ejército contrario.
Pablo usa una palabra interesante para dejar que la mente more en algo. Significa pensar, tener la intención de, o para establecer la mente o en el corazón en algo. Es el asiento de la actividad intelectual y espiritual. Se recurre a la persona en su totalidad el pensamiento, el sentimiento y la elección. Incluye nuestra perspectiva, y supuestos, valores, deseos y propósitos. ¿Nos ponemos del lado de uno mismo y la carne, en oposición a Dios y a su reino? O ¿tenemos una mentalidad que busca estar en sintonía con el Espíritu Santo deleitándose en donde desee moverse?   v13. porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
v14. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
v15. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!      Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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Romanos 8:1.


Romanos 8:1.    "por consiguiente no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al espíritu"
La condenación es un arma muy poderosa que usa el enemigo en contra de nosotros, y la usa de muchas formas, ya sea por medio de personas, o directamente a nuestras propias mentes, es en estos casos donde debemos tener muy en cuenta que nosotros no tenemos condenación si vivimos en Cristo, la condenación nos puede llevar al punto de apartarnos de Dios, y alejarnos de su propósito, con la condenación viene la culpabilidad, sabemos que todos hemos pecado , y eso puede traer culpabilidad, tengamos mucho cuidado, si pecamos arrepintámonos y apartémonos del pecado pero no dejemos que la culpabilidad se lleve la bendición del arrepentimiento. Ni nos consolemos diciendo y quien no peca porque eso es lo que quiere sentir el diablo de nuestra boca que nos justifiquemos. Porque no peca el que es guiado por El Espíritu Santo
 el Diablo sabe que, si logra poner culpabilidad en nuestros corazones, ya ha ganado la batalla, así que estemos atentos, no dejemos que la culpabilidad ni la condenación entren a nuestros corazones, más bien el arrepentimiento debe remplazar la culpabilidad, y el perdón de Cristo remplaza la condenación. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 30 de septiembre de 2018

Once Evidencias del Nuevo Nacimiento


Once Evidencias del Nuevo Nacimiento
Considere otro adelanto antes de enfocarnos en 1ra de Juan 5:3-4. Creo que Dios quiere que este libro, en su totalidad, nos impacte. EL libro tiene el interés de dar “pruebas de vida” o efectos y evidencias del nuevo nacimiento. Nos da, al menos, once evidencias de que hemos nacido de nuevo. Probablemente pudiéramos resumirlas en las palabras fe y amor. Pero por ahora dejémoslas tal como él las menciona. Aquí están:
1. Los que han nacido de Dios guardan sus mandamientos
1ra de Juan 2:3-4: “Y en esto sabemos que hemos llegado a conocerle: si guardamos sus mandamientos. 4 el que dice: Yo he llegado a conocerle, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él”. 1ra de Juan 3:24: “El que guarda sus mandamientos permanece en El y Dios en él”.
2. Los que han nacido de Dios andan como Cristo anduvo
1ra de Juan 2:5-6: “En esto sabemos que estamos en El. 6 el que dice que permanece en El, debe andar como El anduvo”
3. Los que han nacido de Dios no odian, aman.
1ra de Juan 2:9: “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas” 1ra de Juan 3:14: “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte”. 1ra de Juan 4:7-8: “Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. 8 el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor” 1ra de Juan 4:20: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso”.
4. Los que han nacido de Dios no aman el mundo
1ra de Juan 2:15: “Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”.
5. Los que han nacido de Dios confiesan al hijo y le han recibido (le tienen).
1ra de Juan 2:23: “Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también al Padre”. 1ra de Juan 4:15: “Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios”. 1ra de Juan 5:12: “El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida”.
6. Los que han nacido de Dios practican la justicia
1ra Juan 2:29: “Si sabéis que Él es justo, sabéis también que todo el que hace justicia es nacido de Él”.
7. Los que han nacido de Dios no practican el pecado
1ra de Juan 3:6: “Todo el que permanece en El, no peca; todo el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido”. 1ra de Juan 3:9-10: “Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 10 en esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano”. 1ra de Juan 5:18: “Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que aquel que nació de Dios le guarda y el maligno no lo toca”.
8. Los que han nacido de Dios tienen el Espíritu de Dios
1ra de Juan 3:24: “Y en esto sabemos que El permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado”. 1ra de Juan 4:13: “En esto sabemos que permanecemos en El y El en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu”
9. Los que han nacido de Dios escuchan y se someten a la predicación apostólica.
1ra de Juan 4:6: “Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error”.
10. Los que han nacido de Dios creen que Jesús es el Cristo.
1ra de Juan 5:1: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de Él”.

11. Los que han nacido de Dios vencen al mundo
1ra de Juan 5:4: “todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe”.
Evangelio, Nuevo Nacimiento, Fe, y Obediencia con Gozo
Así fluye la cadena de ideas: el nuevo nacimiento ocurre cuando somos llevados a tener contacto con la palabra que vive y permanece, el evangelio. La primera evidencia de este nuevo nacimiento es que vemos y recibimos a Dios y a su Hijo y a su obra como verdades supremamente hermosas y valiosas. Esto es fe. Esta fe vence al mundo, es decir, vence el poder esclavizador del mundo que desea ser nuestro tesoro supremo. La fe quiebra el hechizo esclavizador de la atracción del mundo. Al obrar así, la fe nos lleva hacia la obediencia con libertad y gozo. Dios y su santa voluntad lucen hermosos, no gravosos. El nuevo nacimiento ha quitado aquello que nos cegaba. Ahora vemos las cosas como son. Somos libres para obedecer con gozo.
Quiera Dios confirmar la realidad espiritual de miles de personas nacidas de nuevo en la Iglesia de Cristo y vencer el poder del mundo en nuestras vidas. “todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe”.  Si observamos el Apóstol Juan repite varias veces el que practica el pecado. Que es igual a decir que esta siendo esclavo del pecado.  Por eso el mismo Apóstol Juan dice 1 Juan 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere PECADO, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.  Es decir, tiene que haber un arrepentimiento de inmediato.     Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 28 de septiembre de 2018

¿Qué significa ser un cristiano nacido de nuevo?


¿Qué significa ser un cristiano nacido de nuevo?
 Pregunta: "¿Qué significa ser un cristiano nacido de nuevo?"
Respuesta: ¿Qué significa ser un cristiano nacido de nuevo? El pasaje clásico de la Biblia que responde a esta pregunta es el de Juan 3:1-21. El Señor Jesucristo está hablando con Nicodemo, un fariseo prominente, y miembro del Sanedrín (un principal entre los judíos). Había venido a Jesús de noche para hacerle algunas preguntas.
Mientras Jesús hablaba con Nicodemo, Él dijo “...De cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Nicodemo le dijo, “¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?” Jesús contestó, “De cierto te digo, que el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo...” (Juan 3:3-7).
La frase “nacido de nuevo” literalmente significa “nacido desde arriba.” Nicodemo tenía una necesidad verdadera. Él necesitaba un cambio de corazón – una transformación espiritual. El nuevo nacimiento, el nacer de nuevo, es un acto de Dios por el cual la vida eterna es impartida a la persona que cree (2 Corintios 5:17; Tito 3:5; 1 Pedro 1:3; 1 Juan 2:29; 3:9; 4:7; 2:1-4, 18). Juan 1:12,13 indican que “el nacer de nuevo” también transmite la idea de “volverse hijo de Dios” al confiar en el nombre de Jesucristo.
La pregunta viene de manera lógica, “¿Por qué una persona necesita nacer de nuevo?” El Apóstol Pablo en Efesios 2:1 dice, “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados...” A los Romanos en Romanos 3:23, el Apóstol escribió, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” De manera que, una persona necesita nacer de nuevo a fin de que sus pecados sean perdonados y para poder tener una relación con Dios.
¿Cómo ocurre eso? Efesios 2:8,9 formulan, “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Cuando uno es “salvo”, él (o ella) ha nacido de nuevo, ha sido renovado espiritualmente, y ahora es hijo de Dios por el derecho de este nuevo nacimiento. Confiar en Jesucristo, en Aquel quien pagó la penalidad del pecado al morir Él en la cruz, es lo que significa “nacer de nuevo” espiritualmente. “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es...” (2 Corintios 5:17 a).
Si nunca ha confiado en el Señor Jesucristo como su Salvador, ¿consideraría usted dar lugar al Espíritu Santo mientras Él le habla a su corazón? Usted necesita nacer de nuevo. ¿Haría usted la oración de arrepentimiento para así volverse hoy una nueva creación en Cristo? “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:12-13)
Si usted desea aceptar a Jesucristo como su Salvador y nacer de nuevo, aquí está una oración modelo. Recuerde, hacer esta oración o cualquier otra, no va a salvarlo. Es solamente el confiar en Jesucristo lo que le puede librar del pecado. Esta oración es simplemente una manera de expresar a Dios su fe en Él, y agradecerle por proveerle su salvación. “Dios, sé que he pecado contra ti y merezco castigo. Pero Jesucristo tomó el castigo que yo merecía, de manera que a través de la fe en El yo pueda ser perdonado. Me aparto de mi pecado y pongo mi confianza en Ti para la salvación. ¡Gracias por Tu maravillosa gracia y perdón – el don de la vida eterna! En nombre de Jesús, ¡Amén!”  Busque una Iglesia Evangélica donde enseñen la sana doctrina según la Biblia y empiece a leer El nuevo testamento desde los cuatro Evangelios asta Apocalipsis. Dios le Bendiga.       Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 27 de septiembre de 2018

1 corintios 6:19


1 corintios 6:19
La Buena Parte del Día - 1 Corintios 6:191 corintios 6:19. ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.
Cuando el Apóstol Pablo se dirige a los Corintios en este momento, se está enfrentando a una serie de problemas morales que llegaban a degradar el cuerpo por la manera como tenían una idea de éste, y aún más específicamente en lo concerniente a lo sexual. Consideraban que el cuerpo no importaba, que con él se podía hacer lo que se quisiera y concederle todos los gustos. En todo el contexto de este pasaje se enfatizó en su conducta sexual por la promiscuidad en que vivían, la cual atentaba contra sus propios cuerpos, pero era necesario que comprendieran la importancia de éste para Dios.
Se comparó la unión intima sexual con la unidad del ser humano con Dios, porque en la intimidad sexual hay una fusión no solo corporal sino almática y espiritual, entendiendo que esta hace que seamos un solo ser con quien nos unimos íntimamente. Así mismo es la comunión con Dios. Teniendo en cuenta esta analogía, entenderían que si somos "espíritu, alma y cuerpo" nuestro ser tripartito está unido completo al Señor, y por ende debemos darle relevancia y cuidado a todo nuestro ser, como quien es uno solo con el Señor.
La enseñanza de Pablo es contundente: El cuerpo es morada del Espíritu Santo, y no está hecho para degradarlo sino para estar unido íntimamente a Cristo en esta tierra y para la eternidad. En este momento la aplicación de la enseñanza de Pablo era hacia la inmoralidad sexual, y aun el ser humano continua en esta degradación del cuerpo sin el conocimiento de Cristo. Pero así mismo como se es esclavo de estos hábitos, también podemos ser esclavos de cualquier otro habito que lleve a la destrucción de nuestro cuerpo, como los excesos que no podemos dominar, por ejemplo excesos de malos hábitos alimenticios, relaciones emocionalmente toxicas, exceso de trabajo, exceso de drogas, alcohol, y muchos hábitos insanos que nos destruyen y que a la final afectan también nuestra vida espiritual ya que somos una unidad tripartita.
Y esta exhortación del Apóstol Pablo nos deja dos grandes enseñanzas:
1. Nuestra libre voluntad no es para autodestrucción, es para decidir no ser esclavos de ella.
Aunque Dios nos dio libre albedrío nunca fue para dejarnos dominar de algo que nos esclavice, sino por el contrario para tener dominio propio sobre aquellas cosas que buscan destruirnos. De hecho nuestra redención en Cristo procura hacernos libres y no esclavos del pecado. Es fácil dejar que los malos hábitos que destruyen nuestro cuerpo nos esclavicen, pero la comunión con Dios nos da el poder de dominarlos, y la única manera de adquirir este poder es que todo nuestro ser espíritu alma y cuerpo sea rendido a la voluntad de Dios. Efesios 5: 29 nos da una idea de lo valioso que es nuestro cuerpo: "Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia".
2. No somos creadores de nosotros mismos, sino creados por Dios para ser morada de su Espíritu.
No nos pertenecemos a nosotros mismos porque no hay persona en el mundo que se haya creado a sí misma. Quien es consciente que ha sido creado por Dios a su imagen y semejanza no busca hacer lo que quiera para sí mismo, sino el agradar a Dios haciendo aquello para lo cual fue creado. Si no hubiésemos sido tan importantes para nuestro creador en espíritu alma y cuerpo, no nos hubiera rescatado de la muerte a precio de su sangre, y mucho menos considerar nuestro cuerpo como su morada. (1 Cor. 3:16).
Aun cuando hay mucha distorsión en el concepto del cuerpo en dos extremos, donde algunos lo ven como "un monumento al que se le rinde culto físicamente", olvidándose del alma y el espíritu; O el otro extremo donde hay un descuido total justificado aludiendo que" lo que importa es solo lo espiritual"; Dios si pensó en nuestros cuerpos como un todo conformado con nuestra alma y espíritu y aún más llamándolo "TEMPLO" de su Espíritu. Por lo tanto, esto nos una idea del verdadero concepto en la palabra de Dios que nos advierte contra el uso y el abuso, y el cuidado o el descuido de este.
Los filósofos griegos influenciaban a los corintios en la creencia que el cuerpo era una tumba que encarcelaba el alma, pero la palabra de Dios les dio el verdadero significado, ¡no era una tumba es un Templo!, por lo tanto, mantengámoslo como tal, tanto física como espiritualmente.
Oración.
Gracias Señor porque somos tu creación maravillosa para honor de tu nombre. Ayúdanos a reconocer nuestra identidad en ti para darnos el valor que tú nos has dado.     Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 26 de septiembre de 2018

Santiago 5:13-16 - La respuesta es Dios


Santiago 5:13-16 - La respuesta es Dios
"¿Sufre alguno entre vosotros? Que haga oración. ¿Está alguno alegre? Que cante alabanzas. ¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor; y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados. Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho."
En una ocasión planteé una pregunta, ¿cuándo es más fácil seguir a Dios, cuando las cosas van bien o cuando las cosas van mal? Unos decían y defendían la postura de que es más fácil cuando las cosas van bien, porque al no tener problemas es más fácil dedicar tiempo a Dios, no hay tantas preocupaciones y podemos centrarnos más en Dios. Otros defendían la postura de que es más sencillo cuando las cosas van mal, porque los problemas te ayudan a aferrarte a Dios y como no puedes dar una solución buscas a Dios. Ambas situaciones son ciertas, pero personalmente creo que ninguno de las dos situaciones ayuda a buscar a Dios, los problemas hacen que nos enfademos con Dios y le echemos en cara las cosas que nos pasan, y cuando las cosas van bien nos crea una sensación de autosuficiencia que nos hace creer que no necesitamos a Dios.
Dios sabe esto, sabe de nuestra condición y nuestra realidad, por eso inspiró a Santiago a escribir "¿Sufre alguno entre vosotros? Que haga oración. ¿Está alguno alegre? Que cante alabanzas. ¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor; y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados. Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho." En otras palabras, estés como estés busca a Dios.
¿Te van bien las cosas? Da gracias a Dios por su misericordia, ¿tienes problemas? Ruega a Dios por solución, ¿estás enfermo? Pide por sanidad. La oración del justo puede mucho y esta oración es aquella hecha con fe, consciente de que Cristo intercede por nosotros ante el Padre y es a través de Él que nosotros somos justos ante Dios, no por nuestros méritos, sino por los de Cristo.
No hay excusa, no hay ningún motivo para que hoy no busques a Dios, no existe ninguna razón para no dedicarle tiempo. Alábale, adórale, exáltale, glorifícale, pídele, clámale, ruégale, haz lo que necesites, pero busca a Dios, no es tarde, mientras hay vida hay esperanza y la esperanza y la respuesta se llama Jesucristo que es el camino la verdad y la vida.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 8 de septiembre de 2017

Rebeca y su vida familiar Esposa de Isaac


Rebeca y su vida familiar Esposa de Isaac

TEXTO BASE: “Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová, le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor”. Génesis 25:22-23



Como se nos muestra en el relato bíblico el encuentro entre Isaac y Rebeca, fue un encuentro que generó un profundo amor, (Génesis 24:67: “Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre”). Cuando Isaac se casó con Rebeca, éste tenía cuarenta años, si bien no era un anciano, si era un hombre mayor para no haberse casado antes. Podemos concluir que él estaba esperando en el Señor el tiempo y la mujer adecuada, para que las promesas de Dios se cumplieran. Rebeca cumplió con todas sus expectativas, llenó todos sus requisitos. Especialmente que era una mujer temerosa y obediente a Dios, quien no dudo en dejar todo lo que siempre había conocido para hacer la voluntad de Dios. Génesis 24:58 “Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré”.



Pasaron los años y el amor de ésta pareja estaba firme y fundamentado en Dios. Sin embargo, había una circunstancia dolorosa para ellos, Rebeca era estéril. Isaac quien amaba a su esposa, hizo lo que todo hombre de Dios, sacerdote de su casa y cabeza de la mujer debe hacer cada día: orar a Dios por las necesidades de su familia. En este caso, por la necesidad específica de Rebeca; Génesis 25:21 nos indica: “Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer”. Isaac sabía a quién debía acudir y en quién podía confiar para hacer el milagro de dar vida; en medio de la esterilidad de su mujer. Seguramente él mismo conocía por la boca de sus padres, su propia historia; cómo el Dios viviente les había hecho una promesa a sus padres en el ocaso de sus vidas y como él era el cumplimiento vivo de esa promesa. Así Isaac oró por su mujer, cómo un esposo amoroso y compasivo, y el Señor escuchó su oración.



En Génesis 25:26 la Palabra nos presenta: “… Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz”. Dios da y añade, y en vez de un hijo les dio dos (gemelos). Isaac tenía sesenta años, lo que quiere decir que pasaron veinte años entre el tiempo de su casamiento y el tiempo en que fueron padres. Isaac amaba a Rebeca sacrificialmente, como Dios ordena al hombre a amar a su esposa. Él espero con ella el cumplimiento de las promesas de Dios. Isaac no la abandonó, ni la humilló ni la menosprecio, y sin lugar a dudas esta actitud compasiva de parte de él, hizo que Rebeca le amara aún más.



Desde el vientre de su madre, los niños manifestaban la clase de conflicto que iban a vivir en un futuro, tanto que Rebeca deseó morir antes que seguir viviendo esa lucha. Así quedó manifestado en Génesis 25: 22: “Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová”. Rebeca sabía al igual que su esposo de que Dios era su fortaleza, su consuelo y quien en su total soberanía y voluntad le había permitido concebir, entonces fue a consultarle.



En el versículo 23, la Biblia nos expone: “y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor”. Nacieron los niños y como vimos anteriormente la lucha entre ellos quedó manifestada desde el mismo momento de su nacimiento (versículos 25 y 26). Las diferencias entre ellos eran claramente notorias, no solo físicamente sino en su carácter y sus habilidades. Esaú era rubio y velludo y siendo el primero en nacer, se le otorgaba el derecho de la primogenitura y todo lo que esto conllevaba.  Jacob por el contrario, fue el segundo en nacer, y lo hizo pegado al calcañar de su hermano. De allí surge su nombre, cuyo significado entre otros es “suplantador”. Más adelante, en los versículos 27-28, la Biblia nos dice: “Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob”. Vemos como también en las características de su temperamento, habilidades e intereses ellos fueron diametralmente opuestos; mientras que Esaú era rudo y fuerte, Jacob era tranquilo y sosegado. Estas diferencias hicieron que cada uno de sus padres tomará partido a favor de uno de ellos. Isaac amó a Esaú y Rebeca a Jacob.



Las preguntas son: ¿Cómo un padre puede amar más a uno de sus hijos que al otro? ¿Acaso no están los dos hijos en igualdad de condiciones, amor y cariño? ¿No son ambos frutos del amor de sus padres? ¿No son los dos en este caso, el cumplimiento de la promesa de Dios? Y la respuesta es que no deben, pero hay casos como el que nos relata la Biblia que no son casos aislados o único. No obstante, no es lo normal o lo correcto delante de los ojos de Dios.  Segura mente Rebeca meditaba en lo que Dios le rebelo En el versículo 23, la Biblia nos expone: “y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor