sábado, 30 de septiembre de 2023

¿Por qué honrar a los Padres?

 


¿Por qué honrar a los Padres?

“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”, Efesios 6:1-3

“Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.”, Juan 5:19

La obediencia a nuestros Padres tiene un propósito muy importante y particular, y es enseñarnos a estar sujetos a la autoridad. Aunque suena difícil de cumplir, el estar sujetos a una autoridad guarda nuestro corazón, ¿De qué manera? Si somos capaces de someternos a una autoridad puesta por Dios, nuestra vida no solo es protegida sino bendecida. La obediencia trae recompensa. Y esta recompensa inicia cuando niños, pues somos protegidos por nuestros padres, y en la época de adolescencia somos guardados de nuestros impulsos y emociones desbordadas, cuando nuestros progenitores y autoridades nos corrigen, educan y colocan límites a nuestras actuaciones.

Esto va formando nuestro carácter y preparándonos para enfrentar la vida y formar a la vez una nueva familia. El pecado rompe con este orden provisto por Dios para nuestro bien y para tener una sociedad sana con familias fuertes. Por esto dice la Palabra de Dios que es justo que los hijos obedezcan a sus padres, y el ejemplo más grande de obediencia que podemos tomar para poder hacer lo justo, es el Señor Jesús, pues Él obedeció a su Padre en todo y vino a este mundo en total dependencia de la provisión y voluntad de Dios, por eso declaraba que no hacía nada por sí mismo sino lo que veía hacer al Padre, y también que venía no a hacer su propia voluntad sino la voluntad de su Padre (Juan 6:38b).

Jesús vino como cien por ciento hombre y cien por ciento Dios, y en su parte humana experimentó el sufrimiento, y en identificación con la humanidad tuvo que aprender obediencia como Hijo del Hombre. Jesús no pecó, pero aun así tuvo luchas humanas y experimentó la misma tentación que nosotros para darnos ejemplo, como dice hebreos 5:8: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;”.

Lo anterior se relaciona con la misión de servir como el único Sumo Sacerdote en el cielo para todos los tiempos y todas las personas, que puede compadecerse de nuestras debilidades (Hebreos 4:15). Jesús, al pasar por el sufrimiento y la tentación, se convierte en un modelo de obediencia para los hijos y en general para todos los creyentes; por esta razón estamos llamados a honrar a nuestros Padres, porque Cristo lo hizo y nos lo dio como regalo, Él fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz para que creyendo en Él seamos hechos hijos obedientes al ser guiados por el Espíritu de Dios (Filipenses 2:8, Romanos 8:14-16).    Oración.

«Padre Celestial, gracias por la vida de mis padres terrenales, gracias porque, aunque imperfectos, sé que en tu perfecta voluntad fueron ellos los que Tú escogiste para mi cuidado, protección y formación. Te pido que, en obediencia primeramente a ti, me permitas honrarlos y estar bajo su autoridad; igualmente gracias por tu Hijo Jesucristo, quien es mi mayor modelo de honra y obediencia, sé que, por Él, hoy yo también puedo obedecer, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito                                                                                      

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